El mediocampista Ignacio Piatti, quien ya no es tenido en cuenta en San Lorenzo, disparó contra Ángel y Óscar Romero acusándolos de todos los males en el club argentino, incluso de su salida.
Este martes, en charla con un programa de ESPN, el futbolista rompió todos los códigos del vestuario al revelar en cadena internacional intimidades que deben guardarse uno mismo y dejar morir en esas cuatro paredes.
Más allá de responsabilizar a los mellizos de todas las desgracias en la institución, hizo público también que los paraguayos intentaron incentivar económicamente a sus compañeros con el pago de 15 mil pesos si ganaban un determinado partido.
Después de producirse este relato, Sebastián Domínguez, ex jugador y hoy comentarista rompió el silencio para exteriorizar una desafortunada opinión. “No hablé en toda la nota, no hay uno que le dé un cachetazo a mano abierta, pero cachetazo a mano abierta para que después no se quejen que lo mandaste a golpear”, dijo.
“Y cuando te quieran decir algo, otro cachetazo más”, agregó en su lamentable participación. Esto se produce en un momento muy delicado para la sociedad en el que la violencia está en alza y en el que los periodistas serios y los medios serios combaten de frente todas sus manifestaciones, porque la misma nunca puede ser parte de la solución de conflictos.