Durante los festejos se organizaron unas olimpiadas impulsadas por William Paats, pionero del deporte en Paraguay. Participaron varios clubes capitalinos, entre ellos Nacional, Libertad, El Mbigua, Atlántida, Guaraní y Olimpia. Las competencias incluyeron disciplinas como ciclismo, salto largo y otras pruebas atléticas que convocaron a una entusiasta concurrencia.
El escenario de aquellas competencias fue la bahía de Asunción, que por un día se convirtió en el epicentro del deporte nacional. En ese evento, el club decano del fútbol paraguayo hizo historia: debutó oficialmente con la camiseta que lo identificaría para siempre y, como si fuera poco, se alzó con su primer trofeo.
Olimpia fue la entidad que más puntuación logró a lo largo de la jornada, adjudicándose así el legendario trofeo denominado Copa Fiestas Mayas, el primero en engalanar su vasta vitrina de conquistas.
La aparición de la franja negra no fue solo una elección estética, sino el inicio de una identidad que perdura más de un siglo después. Ese día, Olimpia no solo celebró a la patria: también comenzó a escribir su leyenda.
William Paats y su viaje a Rotterdam: el origen de la camiseta franjeada
Hacía finales de 1908, William Paats, considerado el padre del deporte paraguayo, emprendía un viaje a su natal Rotterdam por motivos empresariales. Sin saberlo, aquel periplo marcaría un hito en la identidad de uno de los clubes más grandes del país: el Club Olimpia.
Durante su estadía en los Países Bajos, Paats encargó la confección del primer lote de camisetas blancas con una distintiva franja negra cruzando el pecho. La inspiración surgió de un objeto cotidiano y muy personal: su taza de consomé holandesa, que presentaba un diseño similar. Así nacía uno de los símbolos más perdurables del fútbol paraguayo.
Pero el viaje no solo trajo consigo el emblema visual del club. Paats también regresó con silbatos, botines, infladores y otros artículos deportivos, que serían clave para el desarrollo del fútbol y otras disciplinas en Paraguay.
Más que un simple retorno a casa, su viaje a Rotterdam fue un puente entre culturas y una semilla sembrada para el profesionalismo deportivo en el país.
Los primeros colores del Decano
En sus primeros años, la camiseta del Club Olimpia se caracterizaba por su sobriedad y elegancia: era completamente negra, destacándose en el pecho la inscripción “FCO” (Football Club Olimpia) en letras blancas.
Esta indumentaria original, utilizada desde su fundación, se completaba con boinas tipo jockey blancas, pantalones tres cuartos y botines largos, reflejo del estilo deportivo de comienzos del siglo XX y del carácter señorial con que el club asumía su identidad.
Olimpia vistió esta equipación hasta la aparición de las fiestas patrias de mayo, momento que marcaría un punto de inflexión en la evolución de su uniforme.