A unos 9488 kilómetros de esta tierra colorada, Lukas Fischer encara su formación deportiva con instructores de primer nivel, como los del Barcelona y de la Federación Catalana de Fútbol, tras ser seleccionado por su desempeño y comportamiento durante un Barça Camp Paraguay.
En esos contados días, había dejado una primera imagen tan positiva para convencer a los ojeadores, tal como se ve reflejada en la carta de invitación. “De forma general observamos la determinación, disciplina, responsabilidad, compromiso y apoyo familiar, características que para el club son prioridad por encima del talento innato del jugador”, valoró la entidad.
También fue sincera con la necesidad del mercado. “Deben prestar mucha atención al don otorgado a Lukas, la poca demanda de buenos jugadores con perfil izquierdo lo hace que destaque de forma inmediata y que tenga mayores posibilidades de lograr su objetivo”, agregó.
El documento oficial de la entidad blaugrana llegó a manos de sus familiares el 10 de enero del 2024 para la pasantía de dos años, que el niño paraguayo, ahora con 14 años, zurdo natural, un volante interior para los tiempos actuales, está decidido en aprovechar al máximo para cumplir el sueño de su vida.
Lukas quiere ser jugador de Primera División, defender la camiseta de la Selección Paraguaya y ganar una copa importante con el país, tal como reveló su madre, Verónica Servín, en charla con Última Hora.
Pese a que tiene que enfrentar el duro desarraigo, madrugar y arrojar lágrimas de sacrificios en silencio en el Viejo Continente en donde se encuentra acompañado por la comadre de Verónica, el niño no duda del camino que debe seguir para ser una estrella de fútbol.
Por el momento, Lukas compite con los cadetes de su categoría en el Can Vidalet (B) y espera terminar un proceso de documentación para estar presente el año que viene, en febrero, en un torneo en Miami (Estados Unidos).
PRUEBAS. Fischer estuvo en la escuela de fútbol de Olimpia, de donde salió para buscar oportunidades más reales, ya que los profesores franjeados ubicaban a Lukas como lateral izquierdo y “apreciaban” a niños con mayor porte físico, según la exposición de la madre.
Antes de irse a Europa, también pasó por pruebas físico-técnicas en los clubes Presidente Hayes y Libertad, en donde causó buena impresión en un examen del que participaron casi 1000 niños.