La matriz mundial de este deporte (la FIFA) inició una purga de los oscuros intereses de dirigentes con los bien conocidos resultados hace muchos años. En Sudamérica la zaga actual es de la Asociación de Fútbol Argentino y salpica hasta al ya fallecido Julio Grondona.
Sigue ahora el drama con el actual presidente de la AFA Chiqui Tapia. Este oscuro dirigente cuyo mérito en materia dirigencial fue acompañar a su selección en Qatar 2022 donde obtuvieron el campeonato mundial, es ahora sitiado por la Justicia por múltiples delitos y prácticas pandilleras otorgando ayudas a los amigos y palos a los enemigos y, obviamente investigan cuantiosos bienes inexplicables desde que accedió a la presidencia de la AFA, en el 2017.
Es muy probable que con los vientos libertarios de Milei no aguante la motosierra que ya tumbó del poder a empinados kirchneristas.
Es una esperanza este cambio que beneficiaría a nuestro país siempre pendiente en cierta medida del fútbol argentino.
En el ámbito más amplio en la Conmebol desde que accedió Alejandro Domínguez a la presidencia ha hecho una labor de excelencia y claridad que trajo la confianza en el manejo de los haberes del fútbol sudamericano.
También en el fútbol local hay tiempo atrás vientos de ética que apuntalan y benefician al fútbol paraguayo, que con la clasificación al mundial cercano dan tranquilidad a la APF.
Sería saludable que la APF publique sus estados financieros. Esta entidad no juega sus partidos locales y internacionales con una casaca APF. Juega con la Albirroja que pertenece a todos los paraguayos y percibe por ello millonarias cifras de dinero.
Sería un baño de transparencia y corolario a la presencia en el próximo Mundial.