El claro dominio de los paulistas fue opacado por dos largas interrupciones del partido, la primera provocada por un tumulto de los hinchas del Nacional y la segunda por el desmayo súbito del defensa uruguayo Juan Manuel Izquierdo, que tuvo que ser retirado del estadio en ambulancia y transferido a un hospital.
El conjunto comandado por el técnico argentino Luis Zubeldía necesitaba de una victoria por cualquier marcador en casa para clasificar a cuartos tras haber conseguido un valioso empate a domicilio por 0-0 la semana pasada en Montevideo en el partido de ida de los octavos.
Su rival en la próxima instancia será Botafogo, actual líder del Campeonato Brasileño y que el miércoles eliminó al Palmeiras, que era uno de los favoritos al título tras haber sido el campeón de la Libertadores en 2020 y 2021 y semifinalista en 2022 y 2023.
Los paulistas, tres veces campeones de la Libertadores, comenzaron al ataque desde el primer minuto y fueron los claros dominadores en el primer tiempo, en el que tuvieron el 77 % de la posesión del balón y patearon nueve veces contra la portería contraria contra tres de los uruguayos.
Además de mantenerse en el ataque, los locales neutralizaron totalmente al Nacional, que prácticamente no consiguió crear y sólo tuvo una clara oportunidad de gol, con Lucas Sanabria por la derecha.
Con el dominio, São Paulo tuvo paciencia para encontrar los espacios y finalmente logró abrir el marcador en el minuto 31 cuando, tras una asistencia hacia atrás de Calleri, Bobadilla pateó desde fuera del área y, con el balón colocado en el ángulo, dejó sin opciones al portero Luis Mejía.
São Paulo solo necesito dos minutos del segundo tiempo para aumentar la ventaja luego de que Calleri, de cabeza y dentro del área, rematara un balón lanzado por Wellington Rato desde la derecha.
Tras el segundo gol, el partido tuvo que ser suspendido por seis minutos debido a un tumulto en el sector del estadio destinado a los hinchas del Nacional, que chocaron con la policía y arrancaron algunas de las sillas de plástico. Los propios jugadores uruguayos tuvieron que intervenir para pedirle calma a los aficionados.
Luego de la interrupción el conjunto paulista optó por administrar su ventaja y le dio mayor libertad al Nacional, que comenzó a tocar más el balón pero sin generar peligro, mientras que los brasileños jugaron a los contragolpes.
En el minuto 70, en la opción más clara para los visitantes, Pereyra estrelló un balón contra el poste derecho de Rafael y fue impedido a última hora de aprovechar el rebote.
Los uruguayos, con el ataque renovado tras la entrada de Nico López, Nicolás Rodríguez y Diego Herazo, se fueron acercando cada vez más y tuvieron nuevas oportunidades en el minuto 79, con un disparo dentro del área de Herazo que pasó por encima del travesaño, y en el minuto 80, con un tiro libre de Nico López que Rafael tuvo que esforzarse para atajar.
Pero cuando el Nacional estaba en su mejor momento el desmayo de Izquierdo en medio de la cancha en el último minuto del tiempo reglamentario enfrió los ánimos y dejó a los uruguayos visiblemente preocupados y casi sin reacción en los 15 minutos de reposición dados por el árbitro.