La Confederación Sudamericana de Fútbol y un nuevo papelón. A los casos de San Lorenzo-Temuco, Independiente-Santos y Bruno Zuculini, volante de River Plate, se suma ahora el de Ramón Wanchope Ábila, atacante de Boca Juniors.
Ábila había sido expulsado en la final de vuelta de la Copa Sudamericana 2015, en la que Huracán perdió contra el Independiente Santa Fe colombiano. El Tribunal Disciplinario de la Conmebol le aplicó en su momento tres fechas de suspensión, sin embargo, en febrero del año siguiente y mediante la Medida de Gracia del Centenario le redujeron su sanción en un 50 por ciento (una fecha y media).
Wanchope cumplió con un partido de suspensión, pero luego disputó compromisos internacionales jugando por Huracán, Cruzeiro y Boca Juniors.
Pero ante la desinformación oficial de la entidad matriz del fútbol sudamericano, en el club xeneize creen que Ábila aún debe una fecha de sanción y por eso el entrenador Guillermo Barros Schelotto, tal como lo hizo en el partido de vuelta frente a Libertad en el Defensores del Chaco, no lo incluiría entre los concentrados para evitar una protesta del Cruzeiro de Brasil, en compromiso por cuartos de final de la Copa Libertadores.
El caso de Wanchope, si es que está suspendido, es el mismo que el de Zuculini en el club millonario: es decir, si Libertad hubiera protestado en tiempo y forma (dentro de las 24 horas posteriores al duelo de ida), hubiera obtenido con su reclamo una victoria por 3-0.
Por ahora no hay una voz oficial de parte de la Conmebol. Lo cierto y concreto es que en Boca no quieren corres riesgos.