El São Paulo, sostenido por la impecable actuación de Rafael bajo los palos, levantó ayer su primera Supercopa de Brasil después de imponerse en la tanda de penales (2-4) a un desconocido Palmeiras, que sintió en exceso la ausencia de la joya Endrick.
El campeón de Copa doblegó al campeón de Liga en una final crispada, de juego plano, que se resolvió desde el punto de penal tras un aburrido empate sin goles en el tiempo reglamentario.
El volante paraguayo Damián Bobadilla estuvo en el banco de suplentes del equipo ganador, mientras que el zaguero central Gustavo Gómez fue titular y disputó todo el compromiso en el Palmeiras.
🥺🇵🇾 O primeiro título pelo Tricolor é inesquecível, Bobadilla!#SuperCampeãoDeTudo#VamosSãoPaulo 🇾🇪 pic.twitter.com/ngQu9ohq4O
— São Paulo FC (@SaoPauloFC) February 5, 2024