Por Lorenzo Villalba - Periodista Última Hora
Duele cuando una etapa linda de la vida se cierra. Ya sea en el trabajo o en el amor cuesta asimilarlo y más todavía cuando el trato no ha sido el mejor como lo denuncia en este caso el futbolista Alejandro Silva, quien fue despedido del club Olimpia, vía redes sociales.
Hoy en día, en muchos casos las redes han remplazado a ese trato humano, esa comunicación de tú a tú, que a veces son necesarias por delicadeza y respeto hacia el ser humano. Es lo que reclama Silva, quien se sintió herido al enterarse por las cuentas del club de que sus días en el Olimpia han terminado después de varios años, siendo uno de ellos con una final de Copa Libertadores.
Entendemos que Silva, como Sergio Otálvaro e Iván Torres, otros que dejan el club por vencimiento de contrato en diciembre, se merecen mínimamente que el presidente, Miguel Cardona u otro dirigente de la institución se acerque y les comunique cara a cara.
No son simples números sino seres humanos que se merecen el mayor de los respetos, más aún con todo lo que han ganado en la institución siendo ellos unos históricos y referentes del actual plantel. ¡¡¡Cuántos títulos y goles inolvidables suman los tres!!! Nosotros les saludamos con una gran ovación.
Lo de Francisco Arce es aparte. Se salva de esta crítica por lo que dijo Silva que el DT le informó de frente que no contará con él en la temporada venidera. No es extraño en Chiqui Arce, un hombre educado, íntegro, superprofesional desde su época de futbolista.
Mal parados quedan los dirigentes que nunca tienen empatía con los futbolistas. Muchos tienen este modus operandi moderno de muy mal gusto. Siempre hemos visto esa ingratitud de los dirigentes y clubes hacia los futbolistas, incluso hacia aquellos que se retiran y que se van en silencio, en muchos casos, por la puerta de atrás.
El gesto y la pequeña ceremonia brindados para despedir al jugador Antolín Alcaraz el sábado pasado fue hermoso, aunque él se merezca mucho más aun. Pero esa es la actitud que debe prevalecer siempre, la de reconocimiento y gratitud hacia quienes sirvieron al club.
En tanto, sobre las acusaciones del vice de Olimpia, el señor Balotta, sobre las indisciplinas de Silva, las denuncias se hacen en su momento. Si no lo haces sos cómplice o encubridor como mínimo. Muy poco favor le hace a la directiva y al club alguien que sale a tirar mierda y hablar de supuestas farras e inconductas ocurridas en “tu directiva”.
Por otro lado, se veía venir este momento de recambio en campamento franjeado. La muy mala campaña del equipo en todo el Clausura (y Apertura) hacía presagiar de una decisión similar, un fuerte golpe de timón buscando torcer el rumbo en el futuro porque esta temporada es un fracaso absoluto, deportivamente hablando.
Hasta creímos que la tijera podía alcanzar a más atletas, algo que quizá aún suceda, porque el equipo ha sido un fantasma con franja negra en el pecho en cada partido, prácticamente. La no clasificación a la Libertadores 2024 es un duro castigo y el precio a pagar es bastante alto por este presente y futuro totalmente inciertos.