Cerro Porteño mejoró en el complemento y se quedó con el triunfo por 2-1 frente a Guaraní por la fecha 15 del campeonato Clausura. Con este resultado, el Ciclón sube al tercer lugar al acumular 25 unidades, una más que el perdedor en la jornada.
EL PARTIDO. El primer tiempo fue parejo y con poca inventiva en el estadio Rogelio Livieres. El Ciclón contó con la primera chance clara en el partido. Alberto Espínola lanzó un centro que dio en el travesaño y en la segunda jugada Haedo Valdez falló de forma increíble.
El local no mostraba mucho tampoco, salvo una escapada de José Ortigoza que terminó rematando apurado y de mala forma. No obstante, el equipo de Gustavo Costas alcanzó la ventaja a seis minutos de final tras una preciosa jugada colectiva finalizada por Fernando Fernández.
Un certero golpe de cabeza, a los 38 minutos, hizo la diferencia antes del descanso. El Ciclón intentó la reacción y piso por última vez el área rival con peligrosidad mediante Mathías Villasanti, quien sufrió una falta de Don, pero Arnaldo Samaniego no visualizó la infracción y dejó pasar.
En el inicio del complemento se vio un trámite con ritmo cansino y con mucha imprecisión. El entrenador Víctor Bernay buscó mejores opciones para el cuadro azulgrana con el ingreso de Sergio Díaz como reemplazante de Luis Fariña, de limitado aporte en función de creación (56 m).
Tardaron en mejorar las cosas para el Ciclón. Tras la entrada de Joaquín Larrivey en lugar de Víctor Topo Cáceres, el elenco visitante insistió con los balones altos. Sin embargo, el argentino logró el empate, pero no en un juego aéreo, sino al direccionar un centro rastrero de Óscar Ruiz (72 m).
Había dejado pasar una oportunidad clara con Alberto Espínola, que remató afuera la mejor jugada colectiva de Cerro Porteño cuando Guaraní se arrinconaba atrás con la clara misión de defender el resultado.
Con el ingreso de Fredy Vera, las opciones crecieron para los visitantes. Cerro buscó con más ahínco el desnivel, que se produjo por intermedio de Sergio Díaz tras ejecutar un penal polémico cobrado por Arnaldo Samaniego por una supuesta sujeción de Hernán Lopes sobre Larrivey (81 m).
No fue un arbitraje feliz del juez central, ya que éste tuvo otros errores como la no expulsión de Ortigoza por un codazo sobre Villasanti, cuya reposición hizo que la adición sea de siete minutos. El tramo final se vivió con intensidad, pero el marcador ya no se movió en la Toldería.