Athletico Paranaense y Cerro Porteño se enfrentarán este jueves en Curitiba para definir una plaza en los octavos de final de una Copa Sudamericana en la que ambos pudieran aparecer entre los probables candidatos al título.
Dos equipos fuertes y tradicionales del fútbol brasileño y paraguayo, que vienen de empatar 1-1 en el partido de ida disputado la semana pasada en Asunción y que este jueves se juegan su futuro en el torneo regional.
El entrenador uruguayo Martín Varini ha recibido buenas noticias del departamento médico del Paranaense en los últimos días. La mejor de todas es que tendrá a disposición a Fernandinho, que vuelve a la alineación titular tras recuperarse de una lesión.
A sus 39 años, el exjugador del Manchester City es una garantía frente al combate que el equipo paraguayo seguramente planteará en el medio juego.
El Athletico Paranaense también tendrá en el once inicial a Agustín Canobbio y Gonzalo Mastriani, dos delanteros uruguayos de velocidad y poder ofensivo.
El Cerro Porteño llega con dos bajas importantes a Curitiba, donde no contará con el portero Jean Paulo Fernandes y el atacante Cecilio Domínguez, ambos lesionados.
Aun así, el entrenador español Manolo Jiménez mantiene su apuesta en la fortaleza de sus volantes, que suelen poblar el centro del campo con unos implacables marcajes.
Además, el equipo paraguayo se hace fuerte como visitante. Esta temporada ha jugado catorce partidos fuera de casa, con un balance de ocho victorias, cuatro empates y solo dos derrotas, toda una advertencia para el Paranaense.
Un obstáculo adicional para los paraguayos puede ser el césped sintético del estadio Arena da Baixada, pero el entrenador Jiménez se ha prevenido y su equipo se ha entrenado en los últimos días en un campo de pasto artificial de la Asociación Paraguaya de Fútbol.
El partido se disputará en el Arena da Baixada de la ciudad de Curitiba, en el sur de Brasil, a partir de las 20:30, y será dirigido por el árbitro chileno Felipe González, asistido en las bandas por sus compatriotas José Retamal y Miguel Rocha. EFE