“Consenso hubo, rápido no fue. Venimos trabajando sobre una ciudad hace más de un año y ahora tuvimos que encontrar la opción más viable”, explicó Domínguez en rueda de prensa tras una reunión de más de seis horas con los presidentes de River Plate y Flamengo, los dos clubes que disputarán la final el 23 de noviembre.
En la comparecencia, junto a los presidentes de las federaciones de fútbol de Brasil, Argentina y Chile, no se aclaró si esa final se jugará en el Estadio Nacional o en el Monumental de la capital peruana, aunque sí que se mantendrá la fecha prevista en Santiago.
Domínguez explicó que la decisión del cambio de sede se tomó después de haber dialogado con la ministra de Deporte de Chile, Cecilia Pérez, y de haber analizado la situación “en 360 grados”.
“La opción más viable para todos y teniendo las garantías del Gobierno peruano es que se haga el partido en Lima”, agregó.
El presidente de la Conmebol anunció que se va a devolver el dinero de las entradas a los aficionados que ya las han adquirido y que se les dará prioridad para poder comprar los nuevos tickets para el partido de Lima.
Sin embargo, no explicó si también se les va a reintegrar el precio de los pasajes de avión a quienes ya tenían reservada una plaza para volar a Santiago de Chile, aunque sí que indicó que se va a trabajar con las aerolíneas para abaratar el coste de los traslados.
También puso en valor la designación de Lima como la ciudad para albergar la final debido a que es un “punto equidistante” entre Argentina y Brasil y que tiene una “gran conectividad aérea”.
La Conmebol ha optado por la capital peruana a pesar de que en el pasado mes de mayo decidiesen dar marcha atrás en la decisión de que Lima fuese la sede de la Copa Sudamericana para trasladarla a Asunción, donde se disputará este sábado.
Domínguez señaló que esta decisión se tomó debido a la falta de comunicación que se produjo como consecuencia de los cambios en el Gobierno de Perú y en la presidencia de la federación peruana de fútbol, aunque subrayó que esos problemas ya están superados.
“El problema tenía que ver con la falta de autoridades con quien llevarlo adelante y hoy está completamente reestablecido”, señaló.
La decisión también ha sido vista con buenos ojos por los presidentes de River Plate y de Flamengo, que han aplaudido la nueva designación.
“Creo que son contingencias que ocurren, no previstas, y donde todos hemos consensuado. Nos hemos puesto de acuerdo ante la oferta que ha hecho Lima y Perú, creo que nos da la tranquilidad y seguridad”, expresó Rodolfo D’Onofrio, presidente del club argentino.
El presidente del Flamengo, Rodolfo Landi, admitió que les hubiera gustado jugar la final en Santiago, como estaba previsto, pero se declaró feliz con la solución encontrada.
Lima se ha impuesto a otras ciudades que presentaron su candidatura para albergar la final como Medellín (Colombia) e incluso otros municipios de fuera del continente.