El Benfica, que recupera al marroquí Adel Taarabt, y el Liverpool darán vida este martes, en la ida de los cuartos de final de la Champions League, a la que será la quinta eliminatoria de la máxima competición continental entre ambos equipos, en el deseo de los portugueses, con el uruguayo Darwin Núñez como estrella, de romper los pronósticos que dan como favoritos de pasar ronda al conjunto inglés.
Hasta ahora, de las cuatro anteriores eliminatorias entre ambos, las tres primeras fueron ganadas por los ingleses (1977-78, 83-84, 94-85), pero la última cayó del lado portugués (2005-06).
Ahora, el Benfica recibe en Lisboa a los ingleses con esperanza de pasar por primera vez de cuartos en el formato ‘Champions’ (a partir de la temporada 1992-93), tras conseguir en marzo dejar en la cuneta en octavos a un Ajax Ámsterdam que también partía como favorito.
El conjunto encarnado sueña con pasar de cuartos -que jugó por última vez en 2016- y acceder a una semifinales que le son adversas como “Champions”, ya que en sus únicas cuatro oportunidades han sido siempre eliminados: Milan (1994/95), Barcelona (2005/2006), Chelsea (2011/12) y Bayern de Múnich (2015/16).
En la Liga lusa el Benfica no vive su mejor temporada, ya que es tercero y está a 12 puntos del líder Oporto, tras la derrota en el feudo del Sporting de Braga este fin de semana por 3-2, una distancia que podría ampliarse si los “dragones” gana este lunes al Santa Clara.
Para recibir al Liverpool, seguirá sin contar con Lucas Veríssimo y Rodrigo Pinho, que continúan de baja por lesiones. En cambio, recuperará al centrocampista marroquí Adel Taarabt, tras la lesión que le impidió jugar contra el Braga, y a Seferovic, que ya se incorporó el fin de semana.
Dentro del once titular, uno de los jugadores básicos, y en el que confían sus seguidores, es el goleador Darwin Núñez, que dio la victoria frente al Ajax y es “pichichi” de la Liga portuguesa con 21 goles. Otros nombres son Rafa Silva y Everton Cebolinha, y también se espera a Taarabt y al español Álex Grimaldo.
Lo dominante que ha sido el Liverpool en la Premier League en los últimos meses, estrechando una diferencia de más de diez puntos a tan solo uno con el Manchester City, contrastó con lo que le costó a los ‘Reds’ eliminar al Inter de Milán en octavos.
El foco puesto en la liga puede haber distraído las ambiciones europeas del Liverpool, al que le viene una eliminatoria, a priori, sencilla para lo que había en los bombos. El Benfica será el pan en el sándwich de partidos contra el Manchester City en el que los de Jürgen Klopp se jugarán la Premier y la FA Cup.
La parte positiva para el Liverpool es que esta delirante temporada les ha caído con la mejor y más amplia plantilla de los últimos tiempos. Con jugadores como Diogo Jota y Luis Díaz, el equipo ya no solo depende arriba de Sadio Mané y Mohamed Salah. En el centro del campo, Thiago Alcántara, al que le costó muchos meses encontrar su sitio, está en el mejor momento en su carrera en Anfield.
En defensa, la incorporación de Ibrahima Konaté ha permitido rotar y evitar lesiones como las del año pasado. El equipo no ha notado ni la ausencia de Trent Alexander-Arnold, lesionado, y el parche de poner ahí a Joe Gomez dio resultado contra el Watford. El inglés dio la asistencia del primer tanto de Jota.
Esta eliminatoria también puede tener un grado más de importancia para el Liverpool en su tarea de convencer a Salah de que se quede. El egipcio no ha conseguido aún un acuerdo para extender su contrato, que vence en junio de 2023, y ha habido discrepancias entre Klopp y su agente. Seguir vivos en la Champions puede ser un empujón para conseguir que Salah, eliminado del Mundial por su compañero Mané, firme de una vez su renovación.