Un gol de penal del esloveno Josip Ilicic y una diana del argentino Alejandro Gómez permitieron al Atalanta remontar un tanto inicial del colombiano Luis Muriel y prolongar el momento de euforia del cuadro de Bérgamo, que vive una temporada de ensueño.
El equipo del técnico Giampiero Gasperini, cuarto clasificado en la Serie A empatado con el Milan, alcanzó al cuarta final de su historia y buscará su segunda Copa Italia, tras la que ganó en 1963.
El encuentro empezó de la peor manera para el Atalanta, que sufrió la intensa presión del Fiorentina y que recibió tras apenas tres minutos de juego el gol de la ventaja toscana, firmado por el exsevillista Muriel.
En los primeros veinte minutos el conjunto entrenado por Vincenzo Montella fue dueño del balón y rozó la doble ventaja con un tremendo contragolpe del francés Jordan Veretout, acabado con un remate desviado.
Poco a poco el Atalanta recuperó confianza y consiguió gracias al “Papu” Gómez, derribado en el área, el penalti que el esloveno Josip Ilicic transformó para restablecer el empate (1-1) que clasificaba al equipo de Bérgamo.
Y el empuje definitivo al pase de ronda del Atalanta llegó en el 68, cuando un disparo raso al suelo de Gómez terminó entre las mallas tras un grave fallo del meta francés Alban Lafont.
El equipo entrenado por Giampiero Gasperini está viviendo el momento más ilusionante de su temporada. Con un fútbol muy técnico y atractivo, selló el pase para la final de la Copa Itaia y está en plena lucha por una plaza en la próxima Liga de Campeones.
A falta de cinco jornadas para el final, comparte la cuarta posición con el Milan, con un punto de ventaja sobre el Roma y tres sobre el Torino.