Daniel Rodríguez, presidente del Sportivo Luqueño, habló este lunes con Fútbol a lo Grande por radio Monumental 1080 AM y se refirió al incidente en el estadio Villa Alegre de Encarnación entre el Auriazul y el Ciclón, en la previa de la disputa de la fecha 7 del torneo Clausura 2023.
Una falta de coordinación provocó un nuevo desencuentro entre estas instituciones. Según la exposición, el equipo azulgrana quería cerrar su preparación en el citado recinto deportivo, y habría llegado justo cuando estaba realizando las tareas el conjunto dirigido por Julio Cáceres.
El presidente del Sportivo Luqueño, Daniel Rodríguez, exteriorizó su molestia con Rodrigo Melgarejo y el Celaya. El defensor, que tenía todo cerrado con el Auriazul, jugará en Cerro Porteño, club de que es hincha. https://t.co/UcsGapH5A2
— D10 Paraguay (@d10paraguay) June 20, 2023
Según el titular del Chanchón, el elenco de Barrio Obrero no puede ir a practicar en esta cancha debido a que el Sportivo Luqueño era local y paga los gastos del arrendamiento. “Nos quisieron patotear y pasar por encima. El plantel estaba practicando, viene la policía, y prácticamente estábamos siendo rajados del estadio. Era una falta de respeto total hacia nosotros”, apuntó.
“El error no es del Sportivo Luqueño. Cerro tiene que respetar la localía del Sportivo Luqueño. Jamás se comunicación conmigo. Quisieron patotear comunicándose con autoridades locales, con los jefes de policías, nunca hablaron conmigo. Nosotros no existíamos, éramos unos fantasmas para ellos”, agregó ofuscado.
El departamento de fútbol de Cerro Porteño había enviado una nota a la Liga Encarnacena de Fútbol pidiendo permiso para usar las instalaciones para su último entrenamiento, pero esta nota no se trasladó a los luqueños. “Estábamos en absoluto desconocimiento. Todos los equipos de Primera somos iguales, lo único que pido es respeto”, insistió.
NO ES NINGUNA VENDETTA
El directivo, que ya se había molestado por una negativa azulgrana de jugar en La Huerta, ya que no puede hacerlo en el Feliciano Cáceres por una cuestión de seguridad, aseguró que el cierre de los portones en el Sur del país no significó una vendetta.
“Es casual, pero no es ninguna vendetta. Es la segunda vez que nos querían faltar respeto. Eso ya es inamisible”, manifestó. Recordemos que la última tensión entre los clubes se produjo en torno al fichaje de Rodrigo Melgarejo, quien estaba para ponerse la auriazul, pero un llamado del Ciclón echó por tierra toda negociación.
PENAL CLARO Y TARJETA ROJA
Por último, Daniel Rodríguez atacó el arbitraje de Mario Díaz de Vivar por no cobrar un supuesto penal de Lucas Quintana cuando su equipo ya estaba con ventaja en el marcador y también se quejó de la no expulsión del mediocampista colombiano Rafael Carrascal.
“Penal claro, no sé cómo se le escapó al árbitro Mario Díaz de Vivar y al VAR. Incidió directamente en el resultado, súmenle que Carrascal jugó de abonado todo el partido. Hubo una falla arbitral que fue determinante en el resultado final”, sentenció.