29 oct. 2025

Muere Sir Bobby, el ‘gentleman’ del fútbol inglés

El día en que murió Bobby Charlton llovía a cántaros sobre Inglaterra, una nación que le recordará no solo como una figura clave en la historia del fútbol, sino como un verdadero ‘gentleman’, epítome del caballero inglés.

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Sir Bobby, el ‘gentleman’ del fútbol inglés.

Foto; Gentileza

Sir Bobby, como llamaban todos a Robert Charlton, vivía en el tiempo añadido desde 1958, cuando el avión en el que viajaba el Manchester United se estrelló en Múnich. Murieron 23 personas, entre ellas ocho jugadores, pero Charlton salvó la vida gracias al portero Harry Gregg, que arriesgó la suya para sacarle a él y a otros de los restos del aparato.

Aquel desastre acabó con buena parte de los Busby Babes, la generación de jóvenes canteranos del United que, a las órdenes de Matt Busby, habían ganado la liga inglesa el año anterior y estaban llamados a dominar el fútbol europeo durante la siguiente década, pero dejó a Charlton solo con heridas superficiales.

Él fue el primer superviviente que salió del hospital y, apenas un mes después del accidente, volvía a saltar al campo para jugar un encuentro de la FA Cup (2-2, ante el West Bromwich).

Con 20 años, Charlton se convirtió en el pilar fundamental de la reconstrucción del equipo y, en 1963, fue el encargado de levantar el primer trofeo tras la tragedia, la Copa de Inglaterra. Después vendrían otras dos ligas, en 1965 y 1967.

El momento estelar de su carrera tuvo lugar en mayo de 1966, cuando Inglaterra ganó por 4-2 a Alemania y conquistó la única Copa del Mundo que mantiene por ahora en sus vitrinas.

Ese año, fue elegido como Balón de Oro por delante de Eusébio, Franz Beckenbauer y Bobby Moore, su compañero de selección.

Ya elevado a los altares del fútbol inglés, formó parte de la “Santísima Trinidad” del Manchester United, junto con George Best y Denis Law, que conquistó en 1968 la primera Copa de Europa para un equipo británico.

Charlton marcó dos veces en la final contra el Benfica (4-1), también en Wembley, una victoria que selló la recuperación del club tras la tragedia de Múnich y sentó las bases de la historia moderna del United.

Fue el mayor logro en 17 temporadas en el equipo de Old Trafford, con el que jugó 758 partidos y para el que marcó 249 tantos.

Como internacional, saltó por última vez al campo, tras 106 encuentros con Inglaterra, en los cuartos de final del Mundial de 1970. Con 32 años, fue sustituido en el minuto 70, cunado los ingleses iban ganando por 2-1 a Alemania. Acabaron perdiendo por 3-2 en la prórroga.

Abandonó el United en 1973, antes de ejercer brevemente de juagador-entrenador para el Preston, unirse con escaso éxito al irlandés Waterford y pasar por varios equipos australianos.

Hasta su muerte, este sábado con 86 años, conservó el puesto de director del club que le otorgó el United en 1984, equipo del que ejerció de embajador y del que nunca se llegó a desvincular.

Fuera del campo, Charlton fue conocido por su dedicación a las causas humanitarias. Tras haber visto de primera mano el daño causado por las minas en visitas Camboya y Bosnia-Herzegovina, fundó en 2011 la organización “Find a Better Way”, dedicada a ayudar a víctimas de conflictos.

En 2020, el mismo año en el que murió su hermano mayor Jack, fue diagnosticado con demencia. Ambos hermanos compartieron terreno de juego en la final del Mundial de 1966 y se mantuvieron separados después durante décadas por rencillas familiares.

Su reconciliación fue un acto público que emocionó a los ingleses, en 2008, cuando Jack aceptó entregarle a Bobby el galardón como personalidad del año de la BBC por toda su carrera. “Bobby Charlton es el mejor jugador que he visto. Y es mi hermano”, dijo en aquella ocasión, con orgullo, su antiguo compañero de vestuario. EFE

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