Lo que parecía una jornada histórica se convierte en una pesadilla para todos los amantes del fútbol que esperaban con ansias la final de la Copa Libertadores de América entre River Plate y Boca Juniors.
La delegación Xeneixe sufrió todo tipo de incidentes a su arribo al Monumental donde hinchas de River arrojaron todo tipo de objetivos que rompieron el parabrisas del bus boquense.
La policía intentó dispersar a los hinchas de River y arrojaron gas lacrimógeno que se metió en el bus de Boca y generó el malestar en los jugadores.
Tras lo acontecido, los presidentes Rodolfo D’Onofrio de River y Daniel Ancelici de Boca, se reunieron con Alejandro Domínguez, mandamás de la Conmebol, y resolvieron que esta histórica final sea postergada.
River Plate y Boca Juniors definirán el título de la Copa Libertadores este domingo desde las 17.00.