A nivel local este año se está dando a pedir de boca para el Gumarelo, ya que va a pasos firmes hacia un nuevo título. El Apertura 2023, bajo la dirección técnica de Daniel Garnero, lo consiguió con bastante holgura con tres fechas de anticipación al vencer por 1 a 0 a uno de sus competidores más fuertes como el Olimpia, aunque la pelea por el título fue con Cerro Porteño, que fue vice.
En el Clausura está a punto de repetirse, con el plantel casi el mismo, prácticamente, aunque transfirió a jugadores muy importantes como el caso de Julio Enciso, Diego Gómez y por último, Enso González.
Cualquier equipo se hubiera resentido, pero el Gumarelo prácticamente no lo sintió y, contrariamente, apuntaló a otras figuras que estaban, quizá, tapadas o relegadas.
Ni siquiera las lesiones de jugadores de alto nivel como Hugo Martínez, primero, y Héctor Villalba, recientemente, incidieron en el rendimiento sobrio que casi no conoció de altibajos en la temporada. Su fútbol siempre fue efectivo, directo, con una poderosa artillería encabezada por un Tacuara Cardozo descomunal.
Y cuando por momentos, el sólido muro liderado por el hoy muy sosegado Barboza se ve sobrepasado, aparece la seguridad casi infranqueable de Martín Silva.
Y nada altera al Guma. Ni siquiera la lesión de Lorenzo Melgarejo, otra de sus armas letales. El equipo está tan bien preparado, conoce tan bien su libreto, que ni el hecho de perder a su técnico, Garnero, lo ha debilitado.
Libertad no tiene dependencia de nadie, futbolísticamente hablando. Reúne variantes valiosas en un mismo partido difíciles de controlar, aunque eso no quite que un guapo equipo como Trinidense le robe algún punto, como pasó; como tampoco que Cerro Porteño pueda superarlo hoy y achicar diferencia en la tabla de posiciones, algo que dejaría al rojo vivo el Clausura.