La fiesta en Bérgamo, que calentó con los 3 goles del nigeriano Ademola Lookman, comenzó de manera oficial justo cuando el colegiado del partido señaló el final del choque.
Solo en la céntrica plaza de Vittorio Veneto, 15.000 aficionados siguieron el partido en pantallas gigantes y explotaron del alegría para celebrar el primer título europeo de su historia, el segundo en su palmarés, que solo lucía la Copa Italia de 1963.
Desde ese momento, en los lugares más emblemáticos de la ciudad y de la provincia se dieron cita los felices aficionados del Atalanta, celebrando un título justo una semana después de haber dejado escapar otra Copa Italia, la tercer en 5 años.
Las imágenes en redes sociales retransmitieron el caos de una ciudad normalmente tranquila pero que no dormirá esta noche y que se moverá en masa, también, para recibir a los héroes de Dublín en el aeropuerto.