El ruso Andrey Rublev impuso su destreza en la arcilla que por momentos incomoda al estadounidense Taylor Fritz para lograr su objetivo, ganar con autoridad y situarse por primera vez en la final del Masters 1000 de Madrid.
Aspira a un nuevo título el moscovita que el domingo, si sale vencedor, puede asentarse en el número seis del ránking mundial. Espera adversario para la cita que cierre la vigésima segunda edición del evento que saldrá del cara a cara entre el canadiense Felix Auger Aliassime y el checo Jiri Lehecka.
El verdugo del ídolo local Carlos Alcaraz en los cuartos de final ocupó el lugar en el partido final para pujar por la corona que en los dos últimos años hizo suya el murciano.
Una vez encontrado el sosiego que a veces le traiciona tanto, el moscovita disputará en Madrid su vigésima quinta final con la aspiración de alcanzar el decimosexto título de su carrera y el segundo en este 2024 tras el conseguido en Hong Kong, su único mérito hasta el momento en lo que va de temporada.
El séptimo favorito en la Caja Mágica pretende agrandar su palmarés con un éxito al nivel de Masters 1000. Ha dispuesto de cuatro intentos antes. En Montecarlo y Cincinnati en el 2021 y en Shangai en el 2023 que las perdió. Solo ganó una, también sobre tierra, en Montecarlo el pasado curso.
Rublev, que ha superado las expectativas en Madrid en esta temporada en la que ha cumplido su cuarta presencia y en la que ha superado el techo que estaba en los cuartos de final del 2022 cuando fue eliminado por el griego Stefanso Tsitsipas, fraguó su victoria en el servicio.
El ruso, que el lunes si sale vencedor del torneo será el sexto del mundo, solo cedió el saque en el primer juego del partido. Pero no tardó en recuperarlo. Hizo break en el siguiente y el choque con Fritz se equilibró. Poco a poco Rublev impuso su destreza e incomodó al norteamericano con el que había perdido en cinco de los ocho duelos anteriores, aunque el único en tierra lo ganó. Cerró el set al resto, en el décimo juego. Arrebató por segunda vez el servicio del estadounidense y se hizo con la manga.
El segundo parcial reafirmó la superioridad en tierra del moscovita. Se veía venir. El desequilibrio llegó en el sexto juego. Rublev se situó 4-2 y Fritz sacó la bandera blanca. En setenta y cuatro minutos, el ruso cerró el objetivo.
“Sentía mucha presión por alcanzar la final pero he jugado bien. He superado la tensión del principio y he ido a mejor”, dijo Rublev sobre la pista. El ruso llegó a Madrid con cuatro derrotas seguidas y un panorama gris. Ahora acumula cinco triunfos seguidos. “Esto es el tenis; hay buenos momentos y otros no tan buenos y siempre el tenis da una oportunidad para dar la vuelta a la situación”, indicó.
Rublev se disputará el título con el ganador del choque entre el canadiense Felix Auger Aliassime y el checo Jiri Lehecka. EFE