El jugador vistió la camiseta del PSG por 436 ocasión, una más de los que disputó Pilorget entre 1975 y 1989.
El capitán del PSG, que llegó al club en julio de 2013, con solo 19 años, de la mano de los propietarios cataríes del club, ha ido escalando peldaños en la jerarquía de la entidad, hasta convertirse en uno de los más respetados del vestuarios y queridos de la grada.
Todo apunta a que Marquinhos colocará más alto la barrera de este récord, ya que el jugador renovó en mayo pasado su compromiso con el PSG hasta 2028.
El jugador ha dejado ya una huella importante en el club, al que llegó procedente de la Roma como una joven promesa que grandes entidades del continente se disputaban por su potencial.
A la sombra de su compatriota Thiago Silva en sus primeros años, Marquinhos heredó el brazalete de capitán cuando el ex jugador del Milan, que había aterrizado en París en 2012, se marchó al Chelsea tras ocho campañas en el Parque de los Príncipes.
Los aficionados del PSG descubrieron entonces a un sólido timonel del que valoran su compromiso con los colores cuando las cosas han ido bien y cuando han sufrido duros varapalos, sobre todo en la escena europea.
El jugador, que hace unos días disputaba su partido número 286 en la liga francesa, más que ningún parisiense en lo que va de siglo, ha logrado un importante palmarés en la capital francesa.
Ocho ligas francesas, cinco Copas de Francia, tres Copas de la Liga, siete Supercopas y una final de la Liga de Campeones han engrosado sus vitrinas, en las que también figuran la Copa América de 2019 y el oro olímpico de 2016 con Brasil, con la que ha disputado 84 partidos y marcado 7 goles.
La importancia del jugador en el club la dejó clara este viernes el entrenador, Luis Enrique, que le consideró “un referente dentroy fuera del campo”.
“Es una persona que se implica como si fuera un joven. Cuando veo su cara, veo a alguien con afán, con vocación de mejorar. Ha entendido que, pese a su veteranía, cada día se puede aprender, incluso de los más jóvenes”, señaló. EFE