Los jugadores brasileños, Alisson Becker, Fabinho y Roberto Firmino, y el portugués Diogo Jota, si tuvieran que ir a sus países, al estar estos dentro de la lista roja del Reino Unido por las variantes, tendrían que hacer una cuarentena obligatoria a la vuelta en un hotel.
“No tenemos que dejar a los jugadores irse y todos los clubes acordamos que no podemos dejar que se vayan y que luego hagan una cuarentena de 10 días”, dijo Klopp en conferencia de prensa.
“Entiendo las diferentes necesidades de las federaciones, pero estamos en un momento en el que no se puede contentar a todo el mundo y a los jugadores los pagamos los clubes. Esto quiere decir que nosotros tenemos que ser la prioridad”, apuntó el alemán.
Klopp tampoco está seguro de cómo serán las medidas una vez que abandonen la burbuja del club y admitió su preocupación por nuevos positivos después del parón.
“Estoy preocupado, sí, cuando alguien tiene que salir de la burbuja. Ha habido casos en la nuestra también, pero no desde hace tiempo y nunca se ha propagado. Hubo más casos la última vez que hubo un parón internacional, como en navidades. Es un verdadero reto”.