El 1 de abril es una fecha inolvidable para el fútbol paraguayo. Hace 67 años, exactamente, en Lima, Perú, la Selección Paraguaya de Fútbol logró el título del Campeonato Sudamericano y ponía a América a sus pies por primera vez en su historia.
Las grandes figuras del equipo fueron Ángel Berni, Rubén Fernández, goleadores con 4 anotaciones cada uno, y el central Heriberto Herrera, elegido como el mejor jugador del certamen.
El camino a la gloria fue bastante sinuoso. En las fases iniciales, la Albirroja se deshizo de Chile (3-0), Bolivia (2-1) y Brasil (2-1). Posteriormente, se vendría un triple empate firmado de forma consecutiva contra sus pares de Ecuador (0-0), Uruguay (2-0) y Perú (2-2).
No obstante, en el último juego se produjo un error insólito de parte de Manuel Fleitas Solich y se perdió el punto. El orientador, conocido como el Brujo, efectuó un cambio de más y sentenció al equipo nacional a un partido decisivo contra Brasil, que con la penalización alcanzó en la tabla de posiciones a Paraguay.
Habría que completar la hazaña contra un elenco, que a pesar de jugar golpeado, ostentaba mucho pedigrí. Brasil llegaba a la final con la sangre en los ojos por la derrota sufrida en la etapa previa, la misma que motivaba a los paraguayos a creer sus propias fuerzas.
Ese juego final se disputó el 1 de abril de 1953 en el Estadio Nacional, ante 35 mil espectadores. Y, de vuelta, la Albirroja plantó batalla y se impuso por 3-2 a la Canarinha, que sintió agravarse su trauma recordada hasta nuestros días como El Maracanazo infligido por los charrúas en el Mundial de 1950.
Lo cierto que con las anotaciones de Higinio López, Manuel Gavilán y Rubén Fernández, Paraguay tocó el cielo con las manos al ubicarse en lo más alto del continente y poner en su escaparate el primer trofeo grande de su historia, que secundaría recién en 1979.