La derrota en la Copa de la Liga contra el Derby County, equipo de Segunda división, lejos de espolear y despertar a los Diablos Rojos, los aletargó en otra caraja de las habituales esta temporada y que les definen como un equipo simple y sin soluciones.
Desde el principio, quedaron a merced de un West Ham que les dominó, les maniató y les ganó terreno gracias a la superioridad de la pareja Yarmolenko y Marko Arnautovic frente a la debilidad de los centrales rojos.
Ni Victor Lindelof, señalado por Mourinho, al cambiarle en el minuto 56, ni Chris Smalling pudieron con el poderío del dúo ucraniano y austríaco.
Tampoco Luke Shaw estuvo muy acertado y fue por su banda por donde llegó la primera puñalada Hammer. En el minuto 5, Pablo Zabaleta ganó línea de fondo y puso un centro raseado que Anderson, con la espuela, mandó a la red.
La reacción del United se hizo de esperar y los de Mou solo sacaron las garras con un remate de cabeza de Romelu Lukaku al palo, que se convirtió en la ocasión más clara de los de Manchester en los primeros 60 minutos.
Mark Noble y Pedro Obiang contuvieron al desaparecido medio del United, donde salió el joven escocés Scott McTominay, y a balón parado llegó el segundo de los de Manuel Pellegrini.
Un córner botado desde el flanco izquierdo en el minuto llegó a Yarmolenko, quien amagó en varias ocasiones, pisando el cuero, hasta que sacó un latigazo que rebotó en Lindelof y se coló mansamente en la meta de De Gea.
El United se tambaleaba sobre la lona y solo revivió, momentáneamente, cuando Marcus Rashford remató de tacón en el primer palo un córner y recortó distancias.
Tres minutos después, Arnautovic cortó de raíz cualquier intento de remontada y aprovechó un sensacional pase en profundidad de Noble para batir a De Gea y poner el 3-1 en el marcador.
El público comenzó a cantar ‘olés’ en la grada y Mourinho, de pie en el área técnica, apenas sacaba las manos de los bolsillos para dar alguna instrucción aislada mientras su proyecto se derrumbaba en su propia cara y sin, prácticamente, margen de reacción.
El United, con esta derrota, se sitúa séptimo, con diez puntos, a ocho del Liverpool, que cuenta con un partido menos. Los de Pellegrini, ascienden hasta la décimo segunda posición con siete puntos.