Los goles en la reanudación del croata Marcelo Brozovic y del belga Romelu Lukaku, que lleva tres tantos en cuatro partidos, acabaron con un Milan que compitió con compromiso, pero que nada pudo hacer ofensivamente ante una magistral actuación del uruguayo Diego Godín, ya ídolo de la afición interista.
Ante la atenta mirada del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y de leyendas del fútbol como el brasileño Ronaldo Nazario, el holandés Clarence Seedorf o el técnico Fabio Capello, Milan e Inter disputaron un derbi eléctrico, con los interistas que agredieron desde el primer minuto y los milanistas que asustaron al rival con unas rápidas transiciones.
El portero del Milan, Gianluigi Donnarumma, fue decisivo con tres paradas de mérito en la primera mitad, para negar la ventaja a Lukaku (m.18), al argentino Lautaro Martínez (m.20) y Danilo D’Ambrosio (m.35), que rozó un golazo de chilena.
Pese a sufrir durante gran parte de la primera mitad, el Milan pudo irse al descanso con ventaja y un gol para la leyenda. Suso recorrió 80 metros al contragolpe, entró en el área y liberó un zurdazo que iba dirigido al fondo de las mallas, de no llegar una determinante intervención del ghanés Kwadwo Asamoah para desviar el balón.
El Milan tiraba de contragolpes ante un Inter que tenía las ideas más claras y que, tras mucho apretar, consiguió el premio en el 48 gracias a un gol de Marcelo Brozovic, llegado tras una decisiva desviación del portugués Rafael Leao.
El técnico milanista, Marco Giampaolo, intentó mezclar las cartas y pasó del 4-3-3 inicial a un 4-3-1-2 con Suso en posición de tres cuartos, Leao y el polaco Krzysztof Piatek en la delantera y el francés Theo Hernández, exjugador del Real Madrid, que entró en el carril izquierdo para agregar velocidad e incursiones.
No tardó en reaccionar Conte y dio paso a Matteo Politano en sustitución de Lautaro, para pasar a un más abrigado 5-4-1 y cerrar espacios. Pudo contar con un Godín en forma monumental, perfecto en el marcaje de Leao y atento en fase de salida de balón.
Y el Inter neutralizó al Milan y sentenció el partido en el 78, cuando Barella profundizó en la banda izquierda y colgó un cómodo centro para que Lukaku se adelantara a Alessio Romagnoli y firmara de cabeza el 2-0.
El tercer gol liguero de Lukaku en cuatro jornadas silenció a la hinchada milanista, cuyo equipo intentó reaccionar aunque sin tener suerte. La mejor ocasión la tuvo Theo Hernández, quien golpeó al poste tras una gran acción en el carril izquierdo (m.86).
Los hombres del técnico Antonio Conte, que lucen la mejor defensa del torneo con un solo gol recibido, hasta tuvieron la oportunidad para completar su goleada con el tercer tanto, de no estrellarse contra la madera dos disparos, de Politano y de Antonio Candreva.
El 2-0 final hundió a un Milan que no gana un derbi desde 2016 y lanzó a un Inter que sigue firme en su candidatura de destronar al Juventus como rey del fútbol italiano.