Ganar y golear era la misión del local, que saltó al campo sabiendo de la importancia de conseguir un resultado que le permitiera afrontar con tranquilidad la revancha que se disputará en la altitud de La Paz.
La diferencia entre ambos fue gigante y el conjunto dirigido por Diego Aguirre no tardó en reflejarla en el marcador: Apenas habían pasado nueve minutos cuando Fernández aprovechó una asistencia de Jaime Báez y marcó el primero.
Lejos de bajar las revoluciones, Peñarol pisó el acelerador a fondo y no demoró en hacer gritar nuevamente a una hinchada que llenó el estadio Campeón del Siglo y dejó en claro que la Copa Libertadores es su obsesión.
A los 16 minutos, Fernández asistió de gran manera y Maximiliano Silvera le cambió el rumbo al balón para vencer la resistencia de Guillermo Vizcarra y poner el 2-0.
The Strongest quiso reaccionar y se acercó con un cabezazo de Jaime Arrascaita que se fue lejos. También con disparos lejanos que no complicaron al portero Washington Aguerre.
Fernández retrocedió varios metros y en el centro del campo también sacó a relucir su magnifica pegada. El número 8 asistió a Báez, quien a los 36 minutos convirtió el 3-0 con el que se bajó el telón de la primera parte.
El segundo tiempo también fue todo de un Peñarol que se adueñó del balón, bajó un rato su intensidad y cuando la subió sentenció el encuentro y encaminó la serie.
Una nueva jugada que pasó por los pies de Fernández acabó a los 72 minutos en gol de Facundo Batista, quien aprovechó un cabezazo del argentino Leonardo Sequeira para capturar el balón dentro del área chica y empujarlo al fondo de las redes.
Después de trece años sin superar la fase de grupos de la Copa Libertadores, el cinco veces campeón Peñarol volvió a los octavos de final con toda su fuerza, goleó por 4-0 a The Strongest y puso un pie en los cuartos de final.