Como existen aspectos resaltables en la era Eduardo Berizzo, que busca transformar el estilo de juego dejando en el abandono el viejo patrón, también Paraguay reincide en otros puntos oscuros, sin solución aún, al menos en esta Copa América.
Fragilidad y comienzo tibio
La Albirroja perdió fortaleza defensiva, en propia área como en la del rival. Tal vez tiene que ver la postura descompensada con la que enfrenta sus compromisos, los últimos, especialmente.
Este lunes, contra Argentina, cedió el resultado ante el dominio territorial de los albicelestes, que crearon un total de tres situaciones claras para convertir en los primeros diez minutos del compromiso.
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Estas falencias se repitieron en los enfrentamientos con Bolivia y Brasil. La Verde, al igual que el rival de anoche, marcó su gol a los diez minutos, con un penal de Erwin Saavedra. Antes, la Canarinha, por Eliminatorias, ajustició a los cuatro por intermedio de Neymar.
Juego a los costados y no hacia delante
La nueva versión ubica al combinado paraguayo distante del arco de enfrente cuando se cita con rivales con más quilates y a quienes podemos considerar como parámetros. De acuerdo a las estadísticas, contra Argentina, llegó dos veces, pero no contó “con grandes posibilidades” para marcar.
El esquema predilecto de Berizzo es el 4-3-3, pero la figura del centro delantero no tiene la prioridad. “La cantidad de atacantes, a veces, no es exactamente la clave, sino cómo conectan el defenderse con el pasar a la transición ofensiva”, dijo antes del enfrentamiento con Brasil tras ser consultado por el doble 9.
Una posesión estéril
Paraguay ganó en posesión a la Argentina (43%/57%), pero careció de profundidad y no pudo poner a ningún hombre de ataque de cara al gol. Intentó con los regates de Ángel Romero y las corridas de Miguel Almirón, aunque estos estuvieron lejos de emparejar la mínima diferencia.
Otros críticos apuntan a los cambios tardíos y a la confianza excesiva que el seleccionador otorga a jugadores como Gastón Giménez y Andrés Cubas, por poner ejemplos. De igual forma, estas son algunas falencias de un ciclo que llega a 22 partidos con más empates (10) y derrotas (7) que victorias (5).