La Selección Paraguaya cumplió de la mano del entrenador Gustavo Alfaro, consiguiendo en casi un año sellar el objetivo de clasificar a la Copa del Mundo.
Un proceso, que tuvo 11 partidos hasta llegar al Mundial, tuvo como principal virtud repetir casi el 80% de sus nombres titulares en los que basó su fortaleza.
PUNTOS ALTOS. El entrenador Gustavo Alfaro vio virtudes incluso antes de tomar el cargo, ya que había dado indicios de cómo jugaría su equipo ya en la primera charla con la prensa.
Apegado al clásico sistema de 4-4-2, la prioridad del entrenador pasó por el funcionamiento de la propuesta, buscando ser un equipo corto, combativo y de rápida transición.
Y la fórmula fue efectiva, ya que compuso parejas y zonas en donde el equipo tuvo un peso superior al rival. En defensa, la prioridad fue la fortaleza en los extremos, brindando seguridad a los zagueros, dupla en donde destacó Omar Alderete como principal referente, acomodándose de acuerdo con el acompañante de turno.
En el medio, el eje fue Andrés Cubas, con su estilo combativo, moviendo la estructura con su clásico empuje y juego de anticipo tuvo un comodín de apoyo por parte de Miguel Almirón, jugador al cual Alfaro le devolvió protagonismo, ya que en el puesto de extremo, el volante se acomodó para ser clave ya sea para la recuperación o la transición. Arriba, Julio Enciso y Tonny Sanabria brindaron el toque de calidad, valores de recursos ilimitados, que hicieron gala de jerarquía exquisita, potenciando a la propuesta por su contundencia.
Más allá de lo futbolístico, Alfaro hizo un fuerte trabajo emocional y psicológico, cargándose la pesada mochila de fracasos anteriores, para descomprimir a un grupo que transmitía angustia y que pegó el salto de calidad.
GOLES. 4 goles anotó Antonio Tonny Sanabria, que es el goleador de la actual Eliminatorias en Selección Paraguaya. 60% de los puntos en juego consiguió hasta el momento Gustavo Alfaro, en 11 juegos en las Eliminatorias.