Con trayectorias diferentes: el brasileño rompe su racha y llega por primera vez a esta instancia, mientras que el granate argentino busca renovar el título obtenido en 2013 en este mismo torneo continental.
El club de Minas Gerais viene de eliminar cómodamente en cuartos de final al paraguayo Libertad en dos partidos sin sobresaltos, a pesar de que atraviesa un momento incómodo en el torneo local y se ubica en el octavo puesto de la liga brasileña, con cinco partidos seguidos sin obtener una victoria.
Anteriormente, en octavos de final, había eliminado de local por penales a Boca Juniors (5-4).
El club argentino, dirigido por Ricardo Zielinski, acompaña esta racha, y mantiene un paso firme en la Copa luego de dejar fuera por penales en el partido de vuelta al club colombiano Deportivo Independiente Medellín.
El Granate cuenta además con un andar más inestable en el ámbito local, y acumula nueve encuentros consecutivos sin buenas noticias en el torneo argentino, a 17 puntos del líder de tabla, Vélez Sarsfield.
Este encuentro marcará el primer mes del entrenador Fernando Diniz al mando del Cruzeiro, luego de que el club anunció la salida de Fernando Seabra.
Hasta el momento, el técnico no dejó trascender ninguna información sobre el estado clínico de los deportistas, por lo que se mantiene un manto de duda sobre el portero Cássio y el regreso de Lautaro Díaz, a pesar de que ambos se reincorporaron a los entrenamientos.
El partido de vuelta está previsto para el 30 de octubre en el estadio de Lanús en Buenos Aires, y el ganador de estos encuentros deberá enfrentarse al clasificado de la otra llave, que disputan el brasileño Corinthians y el argentino Racing Club, en la final del próximo 23 de noviembre en el estadio La Nueva Olla de Asunción, Paraguay.