Los positivos detectados en el equipo de la capital francesa obligaron al técnico alemán Thomas Tuchel a prescindir de hasta siete jugadores, entre ellos el delantero Kylian Mbappé o el brasileño Neymar.
El preparador germano no pudo alinear a más de la mitad del equipo titular que presentó ante el Bayern de Múnich en la final de la Liga de Campeones, ya que además de Mbappé y Neymar, no pudieron jugar por el coronavirus el portero costarricense Keylor Navas, el brasileño Marquinhos y los argentinos Ángel Di María y Leandro Peredes.
Una nómina interminable de bajas a la que sumar la del delantero argentino Mauro Icardi, en cuarentena tras dar positivo por COVID-19.
Circunstancia que obligó al París Saint-Germain a presentar en Lens una atípica alineación, en la que destacó la presencia de los jovencísimos atacantes Arnaud Kalimiuendo y Kais Ruíz-Atil, que en su etapa de formación pasó por la cantera del Barcelona.
Un once experimental que pareció envalentonar al recién ascendido Lens, que a base de ilusión y trabajo, mucho trabajo, dispuso de las mejores ocasiones de gol en la primera mitad.
De hecho, el conjunto local estuvo a punto de adelantarse a los 27 minutos de juego en el marcador en un remate del delantero camerunés Ignatius Ganago que se estrelló en el poste.
Pero ni así logro reaccionar el París Saint-Germain, incapaz de dotar de la menor profundidad a su juego, pese a monopolizar prácticamente la posesión del balón.
Un juego plomizo al que sólo logó dotar de algo de chispa el joven Kais Ruíz-Atil, que a los 22 minutos buscó el gol en un remate desde el pico del área que se marchó fuera por muy poco.
Sin embargo, las pinceladas de Ruiz-Atil no fueron suficientes para contener el ímpetu del Lens, que encontró a los 57 minutos el premio a su mayor intensidad con el gol (1-0) de Ganago
El delantero camerunés no desaprovechó el tremendo error del joven portero del París Saint-Germain, el polaco Marcin Bulka, que en su intento de sacar jugado el balón cedió el esférico a Ganago, que no desaprovechó el regalo para abrir el marcador.
Tanto que aumentó todavía más las dudas del equipo parisino, que a punto estuvo de ver doblada su desventaja seis minutos después, en un remate de cabeza en plancha de Simon Banza que detuvo milagrosamente Bulka.
Obligado a reaccionar y falto de efectivos en el banquillo, Thomas Tuchel tuvo que recurrir al delantero español Jesé, que tras ser cedido una y otra vez a distintos equipos por el PSG en las últimas campañas, hoy formaba parte de la expedición parisina.
Pero ni la entrada de Jesé, que jugó el último cuarto de hora de partido, evitó la derrota de un París Saint Germain, que este jueves no pudo ni con el Lens, ni con la pandemia de coronavirus.