Un inicio arrollador de partido y dos manos salvadoras de Sommer sirvieron a los de Simone Inzaghi para encarrilar la victoria en San Siro ante un equipo como Udinese que, asentado en la zona media de la tabla, ha puesto en apuros a todos los grandes esta temporada. Marcaron dos goles prácticamente idénticos Arnautovic y Frattesi, protagonistas en un once en el que no suelen ser habituales.
Sin embargo, la lesión de Lautaro y la siempre hábil gestión de los minutos de Inzaghi les dejó espacio en un partido de obligada victoria aunque con efectivos menos habituales. También descansó Dumfries. Y Bastoni no jugó por sanción. Esta semana, el Inter empieza a jugarse la parte más importante de la temporada. Las semifinales de Copa Italia ante el Milan. Los cuartos de Liga de Campeones ante el Bayern de Múnich. Y las 8 jornadas restantes y decisivas que quedan en Serie A.
Llega vivo y con buenas opciones en todas las competiciones. La victoria ante Udinese reforzó la identidad de un equipo que, aunque ne silencio, quiere reeditar el mítico triplete de 2010 con José Mourinho como entrenador.
Dos goles idénticos en 17 minutos, entre el 12 y el 29 de la primera mitad, parecieron sentenciar al Udinese. Dos jugadas marca de la casa del equipo de Inzaghi. Transiciones rápidas sin especular. En la primera asistió Dimarco y remató en el corazón del área Arnautovic. En la segunda volvió a asistir Dimarco y Frattesi marcó desde el punto de penalti.
Controló el duelo desde ese momento el Inter el duelo. Hasta que en el minuto 71, Solet, defensa revelación de la Serie A, se inventó un golazo con un zapatazo desde fuera del área que abrió el duelo. Se creció el Udinese y el Inter, por un momento, pareció asomarse al abismo.
Le salvó de caer un excelso Yan Sommer, autor de dos paradas decisivas para amarrar los 3 puntos. La primera a un remate de cabeza a Lucca. La segunda en una segunda jugada en un saque de esquina que acabó con un disparo a bocajarro de Solet.
El Inter, pese al mal trago final, se las arregló para ganar sin Lautaro. Cede toda la presión al Nápoles, obligado a ganar al Milan para quedarse a solo 3 puntos. En caso de derrota napolitana, el ‘Scudetto’ puede empezar a tener dueño. En el horizonte, la Copa Italia y la Liga de Campeones.