Los cuatro candidatos a comprar el Chelsea presentarán este jueves sus ofertas finales, a la espera de que la semana que viene Raine Group, el banco estadounidense que gestiona la operación, decida cuál es el favorito a hacerse con el club.
La familia Ricketts, dueña de los Chicago Cubs, el consorcio de Todd Boehly, Stephen Pagliuca, propietario de los Boston Celtics, y Martin Broughton, expresidente del Liverpool, son los cuatro elegidos que tienen como fecha límite este jueves para presentar sus ofertas.
Se espera que todos los candidatos formalicen sus ofertas en torno a cantidades superiores a los 3.000 millones de euros y que estos se inyecten de manera inmediata, sin endeudar al club en el futuro.
Los principales favoritos eran los Ricketts y el grupo de Boehly, pero la prensa inglesa especula con que Pagliuca, que ha recibido el apoyo de otros mandatarios de la NBA y Broughton, han aumentado sus ofertas en las últimas horas para igualar a sus rivales.
Raine Group, la empresa escogida por Roman Abramovich para gestionar esta venta, escogerá una favorito la semana que viene y lo presentará ante el Gobierno, que tendrá que dar el visto bueno a la operación y conceder al club una licencia especial para que la venta pueda salir adelante. Bajo las sanciones actuales, el Chelsea no puede venderse, además de que tampoco puede operar en otros términos, como en la venta de merchandising -su tienda oficial sigue cerrada- o ingresar dinero a través de la venta de entradas.
Si el proceso sigue su curso lógico, el cambio de propiedad del club podría producirse a principios de mayo, con tiempo aún por delante para lidiar con algunas de las renovaciones, como la de Antonio Rudiger, que, de no llegar a un acuerdo con el conjunto inglés, se marcharía gratis a partir del 30 de junio.
La venta del club, uno de los mayores culebrones de Inglaterra en el último mes y medio, coincide con la eliminación del Chelsea en la Champions League, a manos del Real Madrid. El conjunto de Thomas Tuchel disputará este domingo las semifinales de la FA Cup ante el Crystal Palace, con la oportunidad de jugar la segunda final copera de la temporada, tras perder la de la Copa de la Liga contra el Liverpool.
