No necesitó su mejor versión el de Belgrado, que de hecho fue al ralentí durante muchos minutos y volvió a coquetear con los problemas al perder el primer set ante el italiano, como ya hizo contra el australiano Alex de Miñaur en octavos de final.
Pese a tener saque para cerrarlo por 6-3, el de Belgrado lo regaló en blanco y luego completó un ‘tie break’ irregular, culminado por una subida a la red inoportuna, y se puso en la necesidad de remontar a un tenista que estaba ante la oportunidad de su vida para estar por primera vez entre los cuatro mejores de un Grand Slam.
Cobolli, que gracias a estos cuartos de final subirá cinco puestos en el ránking y debutará en el ‘top ten’, aguantó con bastante mérito las embestidas de Djokovic y no le perdió la cara al partido ni cuando cedió el segundo set, ya ante un serbio más serio, ni cuando se puso con ‘break’ por debajo en el tercero.
En ese momento que llamaba a que se fuera del partido o a una remontada que requería de un esfuerzo extra, Cobolli, ya con problemas físicos por unas molestias en el muslo derecho, logró amortiguar la desventaja y darse una nueva oportunidad ante un público que estaba encantado con su juego.
La pista central de Wimbledon desquició a Djokovic, no muy contento con los ánimos que recibía su rival, pero no lo suficiente para descentrarle del todo.
El serbio aceleró ante los problemas y se puso con 5-4 y 40-15 para cerrar la victoria. El primer punto de partido lo salvó Cobolli con un resto ganador directo y en el segundo, Djokovic acabó por los suelos con un grito de dolor. Se había resbalado y su hijo y su mujer desde la grada ponían cara de preocupación.
Por suerte para él, pudo reponerse y Cobolli cedió en los dos siguientes puntos y abrochó sus semifinales número 14 en Londres.
Su próximo rival, Jannik Sinner, que venció al estadounidense Ben Shelton. Será el décimo duelo entre los dos, con 5-4 para el italiano, que además se ha llevado las últimas cuatro victorias. En Wimbledon se han enfrentado dos veces, en 2022 y 2023, y ganó Djokovic.
