El equipo de Belo Horizonte, que había perdido 1-0 en el partido de ida en La Bombonera, se medirá dentro de un mes al campeón paraguayo que batió al Ameliano de Asunción.
El partido no pudo empezar peor para Boca Juniors; el peruano Luis Advíncula fue expulsado segundos después del inicio por una entrada agresiva, lo que condenó al equipo argentino a aguantar todo el encuentro con un jugador menos.
Esa debilidad fue aprovechada unos minutos después de la expulsión por el Cruzeiro, cuando el centrocampista Matheus Henrique cazó un balón de rebote para marcar el primer tanto del partido.
Con la afición del equipo brasileño entusiasmada por tan buen arranque, Walace tomó otro rebote en el área para chutar raso y mandar el balón al fondo de la red, un segundo gol que ya clasificaba al Cruzeiro para la siguiente fase en el torneo.
Sin embargo, Boca no se rendía, aumentaba la presión y poco a poco iba equilibrando el juego, lo que culminó con un gol de Milton Giménez en el tiempo de descuento de la primera parte.
En la segunda mitad, el juego se volvió más bronco y el árbitro les sacó hasta siete tarjetas amarillas a futbolistas de ambos equipos, mientras el Cruzeiro perdía la iniciativa que había mostrado al inicio y el partido se iba a penales.
Ambos equipos llegaron al encuentro en la Sudamericana tras un desempeño irregular en sus respectivas ligas nacionales, con Cruzeiro en séptima posición de la brasileña y Boca Juniors, octavo de la argentina.