Thibaut Courtois, portero belga del Real Madrid, confesó en un directo en redes sociales que se hizo guardameta por su admiración a Iker Casillas en su infancia y que posteriormente tomó como referencia a Edwin Van der Sar, por las similitudes físicas entre él y el holandés.
“Cuando Iker empezó a jugar en el Madrid veía sus partidos y me hice portero por él, me gustaba verlo y me encantaba el Real Madrid. Cuando a los 14 años veía que era muy alto y flaco, miraba mucho a Van der Sar porque era más mi estilo”, reconoció.
Courtois permanece confinado en su domicilio de Madrid por la pandemia de la COVID-19 y mostró sus ganas de recuperar la normalidad para poder acudir a entrenarse a la ciudad deportiva del club blanco.
“Lo primero que haré cuando se pueda salir es ir a Valdebebas a entrenar, hacer deporte y entrenar con el equipo. Tengo ganas, aunque hay que esperar a que el gobierno de luz verde”, señaló.
El portero belga afirmó que “en un año” ser vará “cómo ha afectado todo” lo que se está viviendo por la pandemia del coronavirus y pidió paciencia: “Dentro de poco podremos disfrutar de la vida, pero hay que estar sanos. Se debe tener mucho cuidado al salir, hay que protegerse bien y lavarse las manos. Cuando todo acabe habrá miedo a salir ahora”.
Centrándose en el fútbol, Courtois desveló alguna manía, como lavar “los guantes la noche antes” y secarlos, pero no del todo: “Me gusta que estén siempre un poco húmedos” para el partido.
Mostró objetos especiales que guarda, como las botas con las que disputó el último Mundial, las camisetas que portó en las finales que ha jugado y unos guantes de oro que su marca le creó tras ser el portero menos goleado en el Mundial de 2018.
Sobre sus cualidades, destacó el juego aéreo. “Por educación belga salimos mucho y se entrena blocar. En España se va más con los puños cuando se sale. Es una diferencia y un punto fuerte mío”. Y sobre todo, su fortaleza mental para superar momentos difíciles en el Real Madrid.
“Destacaría mi capacidad por todo lo que ha pasado este último año y medio. Si no estás muy fuerte mentalmente no puedes superar lo que te ha venido encima y luego demostrar lo que vales cuando juegas los partidos. Hay que estar fuerte de cabeza porque todo el mundo comete fallos, pero en los porteros cuestan goles. Después del partido hay que olvidar el fallo y no mirar atrás. Sólo pensar en lo que puedes hacer mejor”, subrayó.
Entre los porteros actuales, al que más elogió fue al barcelonista Ter Stegen: “Maneja muy bien el blocaje, como Oblak. Es el mejor en el juego con los pies, en lo que me sorprendió Remiro, de la Real, y en el uno contra uno me gusta porque es escuela alemana, pone la rodilla muy rápido abajo y la otra la estira. Hay que tener buena elasticidad”.