“Todo el mundo sabe que Perú es el favorito. Es fácil de entender. Sabemos que si Perú pierde, va a ser un desastre nacional”, reiteró Hudson en la conferencia de prensa, con las mismas palabras que ya había utilizado para el partido de ida, que terminó con empate a cero.
“Nosotros no tenemos presión. Tenemos un equipo con confianza y con un buen plan. No somos un equipo grande, somos más bien una selección muy pequeña, pero unida y fuerte. Creemos en nosotros mismos”, agregó.
El seleccionador de los ‘All Whites’ espera que Perú comience el partido decidida a marcar un gol cuanto antes y con ataques continuos.
“La presión se incrementará para el equipo local y su ímpetu se reducirá a medida que pasen los minutos y mantengamos nuestra portería a cero, más todavía si logramos marcar”, comentó.
Hudson aseguró que el ambiente dentro de su selección “es increíble” y que están deseando que comience el partido porque considera que su equipo juega mejor de visitante que de local.
El técnico destacó que los ‘All Whites’ están acostumbrados a jugar este tipo de partidos en grandes escenarios, como lo hicieron contra México en la repesca para el Mundial de Brasil 2014 o en la Copa Confederaciones de este año.
“Estamos relajados y concentrados. Tenemos un equipo con mucha experiencia en este tipo de situaciones. Contra Rusia jugamos incluso frente al presidente”, recordó Hudson, cuyo equipo perdió ambos partidos.
El estadounidense, nacionalizado inglés, no quiso revelar si su goleador Chris Wood y el defensa Tommy Smith están plenamente recuperados para integrar el equipo titular frente a Perú.
Precisó que Wood está cada día mejor, y que ahora está en mejores condiciones que si hubiese jugado de titular en Wellington.
Hudson también valoró el potencial ofensivo de Perú con jugadores como Jefferson Farfán, Édison Flores, Christian Cueva, André Carrillo, Yoshimar Yotún y Miguel Trauco.
Nueva Zelanda busca clasificarse al tercer Mundial de su historia, mientras que Perú intenta participar por quinta vez, tras haberlo hecho por última vez hace 35 años, en España 1982. EFE