Ante el Barcelona de Luis Enrique, el Cholo se confirmó como uno de los mejores técnicos de la historia del club madrileño, con el que, en cinco años, ha logrado metas impensables cuando llegó a la capital de España, en diciembre de 2011, dirigiendo en trescientas ocasiones, un logro que le mantiene sólo por debajo del mítico Luis Aragonés, que dirigió al conjunto madrileño durante 611 encuentros.
Sin embargo, Simeone concluyó el partido con sabor amargo, pues no pudo añadir una victoria más a su palmarés (1-2).
Llegaron Atlético y Barcelona al envite más interesante de la vigésima cuarta jornada de Liga con trayectorias opuestas. Los locales en racha ascendente y con la moral por la nubes después de su éxito en el encuentro de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones ante el Bayer Leverkusen (2-4), y los azulgranas en sentido inverso y en medio de una depresión por su fiasco europeo ante el Paris Saint Germain (4-0).
No obstante, de nuevo Messi salvó al Barcelona y con un gol suyo metió a su equipo en la lucha por el título de liga.
El Calderón acogió, además, el más que probable último clásico entre los dos conjuntos. Tras cincuenta y un años, el carismático recinto echará el cierre el próximo septiembre para inaugurar el Wanda Metropolitano.
Desde que Pedro Zaballa diese el triunfo al Barcelona (0-1) en el Manzanares en el curso 1966-67, 49 combates, incluido el de este domingo, han disputado atléticos y barcelonistas en el viejo estadio.
Muchos de ellos, de buen juego y goles, y algunos inolvidables para la hinchada del Atlético, como el 4-3 con remontada espectacular después de ir perdiendo por 0-3, en la temporada 1993-94. De los 49, el Atlético ha vencido en 19 y el Barcelona en otros 19, mientras que 11 concluyeron con empate.
El Calderón, que ya ha iniciado la cuenta atrás antes de la mudanza, se vistió de gala para asistir a uno de los pulsos más bonitos de la liga española. No animó la grada del Fondo Sur durante los primeros 19 minutos en protesta por la reforma del escudo, pero no se notó. Sí lo hizo el resto del estadio.
El brasileño Rafinha Alcántara desniveló el marcador para el Barcelona (m. 63, 0-1), en un partido en el que el Atlético había sido superior durante el mayor tiempo del primer acto y que estaba siendo más igualado en el segundo. Apareció Diego Godín en el minuto 70 para hacer estallar las gradas. De cabeza, tras una falta sacada por Koke, envió a la red de Ter Stegen el balón. En el minuto 86, Messi envió el balón a la red de Oblak en un encuentro que se encaminaba al empate.
El gol del argentino significó una nueva derrota de Diego Simeone ante el Barcelona, con el que se ha enfrentado como entrenador en 23 encuentros, de los que ha ganado dos (los dos en Liga de Campeones eliminando las dos veces al rival); empatado en siete ocasiones y perdido en catorce.
La derrota deja los números totales de Diego Simeone como entrenador del Atlético con 300 partidos oficiales dirigidos, 187 ganados, 71 empatados y 52 perdidos. EFE
