La Conmebol emitió en la fecha un comunicado en el que informó que el partido decisivo de la Copa Sudamericana se disputará a puertas cerradas el próximo 23 de enero en el estadio Mario Alberto Kempes (Argentina).
“La medida busca evitar la exposición de miles de personas a un eventual contagio de covid-19, en atención a la pandemia actualmente en curso”, señaló en parte del documento.
Destacó que la Conmebol apostó desde el inicio de la pandemia a lograr el retorno del fútbol, pero en un marco de seguridad, priorizando la salud y la integridad de todos los miembros de la familia del fútbol sudamericano.
La decisión se tomó en conjunto entre el presidente de la entidad, Alejandro Domínguez, el titular de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA), Claudio Tapia y el gobierno de la Provincia de Córdoba.
La segunda ciudad más poblada de Argentina después de Buenos Aires y la más extensa del citado país albergará la segunda final única de esta competición luego de la que fue realizada en Asunción en el 2019.