El Atlético de Madrid se presentó en Vallecas sin margen de error tras las dos derrotas consecutivas que le hicieron perder el segundo puesto de la clasificación y ver el liderato a seis puntos respecto al Barcelona.
Además, sus números a domicilio, con solo tres victorias de visitante este curso, tampoco invitaban al optimismo y por ese motivo el Rayo, también ante un partido vital, se conjuró durante toda la semana a puerta cerrada para intentar superar al conjunto rojiblanco en un momento de ciertas dudas.
En el equipo vallecano sorprendió la ausencia del lateral derecho peruano Luis Advíncula, suplente por segunda vez esta temporada -la otra fue en la primera jornada-, y la presencia en el centro del campo del exjugador atlético Mario Suárez, refuerzo invernal.
El Rayo intentó ser protagonista ante su gente y, tras unos primeros minutos de tanteo en los que desmontó las intenciones de Morata y Griezmann, fue ganando en confianza hasta el punto de tener las dos mejores ocasiones de la primera mitad.
En ambas, en los minutos 26 y 35, fue protagonista Adrián Embarba con sendos disparos cruzados a la carrera que Jan Oblak desbarató con acierto. Una atrapando el balón y otra despejándolo a córner.
Esos dos avisos que recibió el Atlético fueron el reflejo del pobre juego que desplegó en Vallecas. El equipo estuvo muy impreciso en el centro del campo con pérdidas constantes de Vítolo y Rodrigo y la mayoría de balones divididos los ganaron sus rivales dando sensación de poca intensidad.
El mejor acercamiento a la portería rival fue a falta de seis minutos para el descanso cuando una buena triangulación terminó con un centro desde la banda izquierda de Filipe Luis que se paseó sin rematador por el área pequeña y con Dimitrievski descolocado en el primer palo.
En la segunda mitad el partido siguió por los mismos derroteros pese a que el Atlético, aunque intentó presionar más arriba, no logró superar la barrera defensiva del Rayo.
Míchel, viendo que el conjunto rojiblanco no terminaba de arrancar y seguía mostrándose impreciso, busco revulsivos en su banquillo e hizo un doble cambio dando entrada al rapidísimo extremo Bebé y al imaginativo Pozo.
Simeone no se quiso quedar atrás y solo dos minutos después también movió su banquillo para dar entrada al francés Lemar y a Diego Costa, que reapareció dos meses y diez días después de lesionarse en el pie izquierdo y recibió una buena ovación de la afición vallecana, que no olvida su paso por el club durante seis meses en 2012.
Con ese doble cambio el Atlético pasó a jugar con tres delanteros -Costa, Griezmann y Morata-, pero aún así fue incapaz de mejorar su juego mientras que el Rayo sí mejoró sus prestaciones ofensivas destapando además las carencias defensivas de los rojiblancos, que dejaron en un par de ocasiones de mucho peligro solo a Raúl de Tomás.
Cuando mejor estaba jugando el Rayo, Morata recogió un balón de las nubes, lo cedió a Griezmann y el francés lanzó un disparo que tocó en Amat antes de entrar en la portería de Dimitrievski.
El gol de los rojiblancos fue un mazazo para el Rayo, que comenzó a jugar con el reloj en su contra. Aún así, el equipo vallecano no se amilanó y tuvo dos ocasiones para marcar. La primera por medio de Bebé con un disparo lejano que se fue fuera por poco y la segunda con un remate de cabeza de Abdoulaye Ba que atrapó Oblak.
- Ficha técnica:
0 - Rayo Vallecano: Dimitrievski; Tito, Gálvez (Álvaro García, m.76), Abdoulaye Ba, Amat, Alex Moreno; Embarba (Pozo, m.57), Mario Suárez, Comesaña, Trejo (Bebé, m.57); y Raúl de Tomás.
1 - Atlético de Madrid: Oblak; Arias, Godín, Giménez, Filipe Luis; Vítolo (Diego Costa, m.60), Saúl, Rodrigo (Savic, m.78), Correa (Lemar, m.60); Morata y Griezmann.
Gol: 0-1: M.74: Griezmann.
Árbitro: Gil Manzano (Comité extremeño).
Incidencias: partido correspondiente a la vigésima cuarta jornada de la Liga Santander disputado en el Estadio de Vallecas ante 13.880 espectadores.