La ida se jugará en el estadio Arena da Baixada de la ciudad brasileña de Curituba, mientras que la vuelta se disputará en El Monumental de Buenos Aires en Argentina, según informó hoy la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) a través de su cuenta oficial de Twitter.
La fecha seleccionada permitirá al equipo argentino abrir las puertas de su estadio a la afición porque ya habrá cumplido su sanción de dos partidos a puerta cerrada durante la fase de grupos de la Copa Libertadores 2019, que comenzará el próximo 3 de marzo.
El Tribunal de Disciplina de la Conmebol aplicó este castigo a River Plate, así como una multa de 400.000 euros, tras los incidentes violentos que se produjeron en las inmediaciones de El Monumental en noviembre, antes del partido de vuelta de la final de la Copa Libertadores.
El ataque violento al autobús de su rival, Boca Juniors, obligó a la organización a aplazar el encuentro que finalmente se disputó en el Santiago Bernabéu de Madrid (España).
En los dos partidos a puerta cerrada, solo se permitirá el acceso al campo a un total de 70 miembros del club, entre los que se incluye a los futbolistas, técnicos, médicos, oficiales y directivos.
River Plate disputará por quinta ocasión la Recopa Sudamericana después de haberse proclamado campeón en las ediciones de 2015 y 2016, y de haber caído derrotado en las finales de 1997 y 1998.
Por su parte, el Atlético Paranaense accederá por primera vez en su historia a esta competición, gracias a su triunfo en la final de la Copa Sudamericana, el mayor logro deportivo del equipo brasileño.