Número uno del mundo y ganador también este año del Abierto de Australia, Sinner aplastó a Fritz, que ocupa la posición 12 del ránking, con parciales de 6-3, 6-4 y 7-5 en dos horas y 15 minutos.
Desde el lejano 2003 con Andy Roddick, la afición estadounidense no ha celebrado un título masculino en Flushing Meadows.
El triunfo de Sinner también sirvió de reivindicación personal después de la polémica de las últimas semanas por su positivo en un control antidopaje de Indian Wells que quedó sin sanción al entender las autoridades que había sido un error de su fisioterapeuta.
Sinner lleva seis títulos en lo que va de año (todos ellos en pista rápida) y acumula ahora 12 partidos seguidos ganados, ya que venía de anotarse también el Masters 1.000 de Cincinnati.
Además se convirtió en el cuarto tenista en la historia en vencer en los dos ‘grand slam’ de pista rápida en un mismo año. Los otros son gigantes de la raqueta como Novak Djokovic, Roger Federer o Mats Wilander.
Hasta hoy, Flavia Pennetta en 2015 era la única victoria para Italia en el ‘grande’ neoyorquino.
De 23 años, el italiano apunta a liderar el cambio generacional del tenis masculino tras el ‘big three’ junto al español Carlos Alcaraz (21 años), tanto que entre ellos se han repartido los cuatro ‘major’ de este año (el español consiguió Roland Garros y Wimbledon).
Después de las tempranas y sorprendentes eliminaciones de Djokovic (n.2) y Alcaraz (n.3), Sinner se quedó como favorito en mayúsculas en el Abierto de EE.UU. y cumplió con las expectativas: solo perdió dos sets en todo el torneo y por el camino derribó a algunos rivales temibles como el ruso Daniil Medvedev (n.5).
El Arthur Ashe Stadium fue este domingo el patio de recreo más cotizado de Nueva York y numerosas estrellas del espectáculo y del deporte se dejaron ver en las gradas, entre ellos Taylor Swift y Travis Kelce, Bad Bunny, Patrick Mahomes, Matthew McConaughey, Usher, Jayson Tatum o Jon Bon Jovi.
Firme Sinner, sobrepasado Fritz
No debe ser nada fácil jugar tu primera final de un ‘grand slam’, hacerlo en la pista de tenis más grande del mundo, en tu propio país y además con la presión de más de dos décadas sin un campeón estadounidense.
Quizá esa carga le pesó en el arranque a Fritz, que cedió su primer saque con un error infantil en un ‘smash’. Tampoco Sinner fue inmune a los nervios y concedió otra rotura con un fallo enorme en otro ‘smash’ (2-2).
El transalpino empezó a entrar en calor, pero el californiano seguía sin afinar su saque y enredándose en errores no forzados que le costaron otro ‘break’ (4-3).
Por su parte, Sinner, sin tener que arriesgar demasiado, se mostró cada vez más cómodo en los peloteos largos y selló el primer set contra rotura y en solo 41 minutos.
No estuvo nada cómodo Fritz, que en la primera manga solo metió el 38 % de sus primeros saques (60 % de Sinner) y se atascó con 12 errores no forzados (serían 34 al final del partido) por solo 8 de su rival (21 en total).
Pero en semifinales contra su compatriota Frances Tiafoe (n.20) también empezó abajo y acabó remontando en cinco sets.
Su primera y urgente tarea era reparar su saque y eso lo logró con un servicio muchísimo más fiable y peligroso en la segunda manga. De sufrir tres ‘break’ en el primer set pasó a ganar sus saques con mucha rapidez dentro de un partido que, además, se jugaba a toda velocidad.
Por el contrario, Fritz seguía arrastrando problemas para subir a la red y de movilidad en la pista, algo que Sinner castigó con finura y varias dejadas.
El italiano, como un veterano cazador al acecho, esperaba su momento mientras limitaba al máximo sus errores no forzados (solo uno en todo el segundo set). Así, olió sangre con dos bolas de set al resto con 5-4 y atrapó a Fritz con un espléndido revés paralelo.
Solo habían pasado 76 minutos de partido y Sinner, pese a un sorprendente desacierto con su primer saque, ya rozaba el trofeo. Mientras, a los fans del Arthur Ashe Stadium, mayoritariamente del lado de Fritz (se escucharon gritos de “U-S-A”), solo les quedaba imaginar una remontada utópica.
El penúltimo hilo de esperanza llegó en el primer juego del tercer set cuando Fritz tuvo tres opciones de rotura. Pero Sinner, un titán en pista rápida este año, neutralizó las tres.
Sin nada que perder, Fritz, un tenista más bien frío, empezó a soltar el brazo y a pegar gritos de rabia mientras la afición se venía arriba. ¿El resultado? Un ‘break’ con doble falta de Sinner para colocarse 3-4 y apelar a la épica.
Fue una ilusión vacía. Sacando con 4-5 para solventar el set, Fritz concedió otro ‘break’ con una volea a la red y a partir de ahí se vino abajo.
En cambio, Sinner, tremendamente sereno y firme, ya no tardó mucho más en concretar desde el resto y con incontestable superioridad su primer Abierto de EE.UU. en una jornada que fue mágica para Italia y deprimente una vez más para EE.UU.