La exestrella del Barcelona, PSG y Milán y su hermano Roberto cumplieron primeramente prisión preventiva en un cuartel de la Policía que alberga a delincuentes de alto perfil y desde el 7 de abril están en reclusión domiciliaria, que cumplen en un hotel de la capital paraguaya.
Para ello los hermanos de Assis Moreira pagaron una fianza de 1,6 millones de dólares y el juzgado que instruye el caso les prohibió salir del país.
La acusación por “uso de documentos públicos de contenido falso” conlleva una expectativa de pena de hasta cinco años de cárcel.
La investigación, que había arrancado con parafernalia mediática con varias detenciones y más de una decena de imputados, sigue por parte de la Fiscalía, que en dos meses debería presentar un escrito final de acusación o absolución.
El último beneficiado con las medidas sustitutivas a la prisión fue el brasileño Wilmondes Sousa, señalado como el contacto de los hermanos De Assis Moreira con la empresaria paraguaya Dalia López, gestora de la llegada al país del exfutbolista.
Sousa recuperó la libertad el 17 de junio pasado y también se encuentra en un hotel de la capital en prisión domiciliaria impuesta por un tribunal de apelación, mientras que López sigue con paradero desconocido desde el primer día.
López, sobre quien pesa una orden internacional de búsqueda y captura, recibió el 4 de marzo en el aeropuerto de Asunción a Ronaldinho y Roberto, que salieron de Brasil con pasaportes de su país y exhibieron a las autoridades locales los supuestamente falsos.
Ronaldinho Gaúcho llegó a Paraguay para apoyar con su imagen un proyecto de ayuda a la infancia que promovía López a través de la fundación que ella presidía, además de participar de la apertura de un casino.
La Fiscalía señala a López como la supuesta cabeza de una red dedicada a “facilitar la elaboración y utilización de documentos de identidad y pasaportes de contenido falso”.
La defensa del exjugador, encabezada por un grupo de abogados liderado por el exfiscal Adolfo Marín, sostiene que esos documentos fueron un regalo al que no dieron mayor importancia los dos hermanos.
El caso ha salpicado a funcionarios de la Dirección de Migraciones y el Departamento de Identificaciones, que expide pasaportes y cédulas de identidad, así como a la autoridad del aeropuerto internacional de Asunción.
López era prácticamente una desconocida para el gran público paraguayo hasta que recibió personalmente a Ronaldinho el día de la llegada de este al aeropuerto.
Sus abogados aseguran que la empresaria se limitó a encargar a unos gestores privados el trámite para conseguir documentos legales paraguayos a los dos hermanos ante la posibilidad de que establecerían negocios en Paraguay.