La Premier League y varios equipos de fútbol ingleses de otras categorías piden hasta 700 libras (829 euros) para que los niños salgan de la mano de los jugadores antes de los partidos, un asunto que generó críticas por parte de políticos y aficionados al discriminar a las familias de ingresos más bajos.
Las “mascotas”, nombre que reciben estos niños en la liga inglesa, suponen un beneficio para los clubes ingleses de alrededor de 500.000 libras (592.000 euros) por temporada, según una investigación del “The Daily Telegraph”.
Equipos como West Ham, Nottingham Forest, Norwich y Aston Villa cobran hasta 500 libras (592 euros) por partido, una cifra que aumenta para las citas más importantes, en el caso del West Ham, hasta superar los 800 euros para los partidos de categoría A.
El nuevo presidente de la comisión parlamentaria de Deportes, Cultura y Medios, Julian Knight, aseguró que ser una “mascota” se está convirtiendo en un privilegio para las familias más acomodadas, algo que va “completamente en contra” de las “raíces de clase trabajadora” del fútbol.
El diputado conservador reclamó a los equipos que redujeran las tarifas para las familias más desfavorecidas en las dos categorías superiores.
Por su parte, el presidente de la Asociación de Aficionados británica, Malcoln Clarke, mostró su sorpresa ante el hecho de que los precios para las “mascotas” sean frecuentemente más altos que el de los abonos juveniles para toda la temporada.
“Si bien muchos clubes donan las tarifas a sus organizaciones caritativas, parece un poco irónico que esas organizaciones benéficas a menudo se encarguen de trabajar en comunidades locales, desfavorecidas, las mismas comunidades a las que las “tarifas de mascotas” excluyen”, indicó.
En el fútbol femenino, sin embargo, la mayoría de las plazas para estos niños se ofrecen de forma gratuita.
Los socios del Arsenal entran automáticamente en un sorteo, mientras que los aficionados del Tottenham Hotspur pueden solicitarlo a través de un formulario electrónico.