Los dos acusados, presentes en el tribunal penal federal de Muttenz, en las afueras de Basilea, escucharon las alegaciones del fiscal, que negó la validez del acuerdo oral que ambos esgrimen para validar el pago y que les sirvió en julio de 2022 para ser absueltos en primera instancia.
“Quería preparar un mensaje, pero mis palabras estaban cargadas de cólera. He preferido no preparar nada”, dijo Platini en sus últimas alegaciones, antes de que el proceso quedara visto para sentencia que será comunicada el 25 de marzo.Antes, Blatter había reiterado su inocencia y asegurado que creía haber asistido a “una mala película” durante los tres días que duró el juicio.
El fiscal, Thomas Hildbrand, repasó los elementos que apuntan al carácter fraudulento del pago, que se hizo en febrero de 2011, en plena campaña para la reelección de Blatter al frente de la FIFA, para la que contó con el apoyo del todopoderoso presidente de la UEFA.Según su relato, la autorización del pago no dejó ninguna rastro en las instancias de control de la FIFA, no fue aprobado por los organismos pertinentes y, por tanto, no puede ser considerado legal, pese a que, dijo, el director financiero de ese organismo, Markus Kattner, accedió al pago “engañado” por un “acuerdo verbal imposible de verificar”.
Blatter y Platini se sirvieron de su poder en las organizaciones del fútbol, señaló el fiscal, para proceder a lo que consideró un desvío de fondos.De esta forma trató de enjugar los argumentos de la defensa que la víspera había desempolvado las razones que llevaron a sus respectivos clientes a ser absueltos.
El letrado de Platini, Dominic Nellen, recordó que no corresponde a los acusados demostrar que existe un acuerdo oral, sino a la Fiscalía probar que no hay ninguna prueba de fraude.
La defensa sostiene que esos 2 millones de francos suizos son los retrasos del pago del contrato verbal al que ambos llegaron en 1998. Ese contrato salió a la luz en 2015, cuando Platini figuraba como principal favorito para sustituir a Blatter al frente de la FIFA, un momento en el que ambos se habían distanciado mucho.
Aquellas noticias, además de abrir la vía judicial, acabaron por hacer descarrilar la intentona del ex internacional francés de presidir la FIFA, lo que abrió la puerta a la llegada de Giani Infantino al frente de ese organismo.