Los dos exdirigentes sí acudieron al Tribunal de Muttenz, en las afueras de Basilea, para el juicio en Apelación, tras haber sido absueltos en en de Bellinzona en octubre de 2022.
Aquella sentencia fue apelada por la Fiscalía suiza, pero también por la FIFA, presidida ya por Gianni Infantino, que sin embargo no ha enviado a sus abogados al juicio, lo que provocó la protesta del letrado de Platini, Dominic Nellen.
“Si la FIFA tuviera un interés en este proceso estaría aquí ahora”, dijo el abogado, dejando patente que el presunto daño causado a la instancia no debe ser tal si ha apostado por no acudir al juicio, que tiene previsto durar hasta el jueves próximo y cuya sentencia se conocerá el 25 de marzo.
La Fiscalía acusa a los dos exdirigentes de haber obtenido ilegalmente, en detrimento de la FIFA, un pago de dos millones de francos (1,8 millones de euros) a Platini, asesor de Blatter entre 1998 y 2002 durante el primer mandato del segundo al frente de la FIFA.
Ellos aseguraron que se trataba de atrasos de un contrato verbal que tenían, al que concedían toda la legalidad, mientras que en primera instancia no se consideró demostrado que existiera fraude.
Sin embargo, meses después la oficina del fiscal general y la propia FIFA interpusieron un recurso de apelación que ha derivado finalmente en este nuevo proceso.
Blatter se volvió a referir a que se trató de un acuerdo verbal sobre un pago salarial retroactivo por dicha consultoría y se mostró “esperanzado” camino del tribunal, al que llegó después de Platini, que igualmente a negado siempre haber cometido delito alguno.
Ese pago fue desvelado en 2015, en plena campaña de sustitución de Blatter al frente de la FIFA, con Platini como principal favorito. Pero la revelación de ese caso desacreditó su candidatura y el exinternacional francés acabó por tirar la toalla.
Las sospechas apuntaron a que entonces fue el propio Blatter quien pudo filtrar ese pago para frenar las ambiciones de Platini, de quien por entonces se había distanciado.
Finalmente fue Infantino quien emergió como candidato de consenso y acabó por sentarse al frente de la FIFA. EFE