Sin duda queda el partido de vuelta, pero el Leverkusen necesita una remontada cercana al milagro después de un partido en el que fue claramente dominando y en el que casi todo lo que podía salir mal le salió mal.
El consuelo que quedó para los de Xabi Alonso es que no hubo más goles y que Jeremie Frimpong, Florian Wirtz y Granit Xhaka, que estaban apercibidos, no fueron amonestados y podrían jugar el partido de vuelta.
El Bayern se fue en ventaja pronto, en el minuto 9, con un remate de cabeza de Harry Kane a centro de Michael Olise desde la banda derecha. El gol tempranero fue el anuncio de un Bayern que iba a ser el equipo claramente dominante ya a lo largo de la primera parte.
Los bávaros tuvieron más posesión, más remates a puerta, ganaban muchos balones divididos e incluso estuvieron cerca de aumentar la cuenta cuando en el minuto 22 un cabezazo de Jamal Musiala en un saque de esquina se estrelló contra el larguero.
Del Leverkusen en ataque sólo hubo noticias en el minuto 14 cuando Jeremie Frimpong tuvo una buena ocasión tras una mala devolución de Dayot Upamecano pero Manuel Neuer reaccionó con una parada ejemplar.
De resto el equipo que jugaba era el Bayern, con Joshua Kimmich marcando el ritmo en el centro del campo, con gran intensidad de parte de todo el equipo en la recuperación de pelota y con permanente voluntad de llegar al remate a puerta.
La hoja de estadísticas mostraba cuando los equipos se fueron al descanso nueve remates del Bayern contra tres del Leverkusen y algunos de ellos, además del gol de Kane y la ocasión de Musiala, habían tenido cierta peligrosidad.
El Leverkusen trató de cambiar las cargas al comienzo de la segunda parte aumentando la intensidad y recurriendo a la presión adelantada, pero una cantada del meta Matej Kovar provocó en el minuto 54 el segundo gol del Bayern.
Kovar falló al tratar de cortar un centro de Kimmich desde la izquierda y el balón cayó a los pies de Musiala que marcó a placer.
En el 62 la situación se agravó para los dirigidos por Xabi Alonso cuando Nordi Mukiele fue expulsado por doble amarilla. Quedarse con diez hombres, y con dos goles por debajo en el marcador, era una desventaja para el Leverkusen que pesaba más que la posible ventaja que podía dar la salida por lesión de Neuer, quien fue sustituido por el juvenil Jonas Urbig.
El tercer gol vino de penalti, marcado por Kane, después de un agarrón ingenuo de Edmund Tapsoba al inglés en un saque de esquina que fue advertido por los responsables del VAR.
En el tiempo de prolongación, Joao Pahlinha tuvo el cuarto en los pies, tras una jugada impresionante de Musiala, pero su remate pegó en el larguero y se fue por encima de la portería.