“Ha sido un gran trabajo de todo el equipo. Normalmente es una de las pistas más duras a las que vamos durante todo el año, pero en esta ocasión, el coche ha estado absolutamente sensacional y la carrera ha sido increíble”, dijo el tricampeón más joven de la historia, que hoy arrancó desde la ‘pole’ que consiguió el sábado: la cuadragésima de su carrera, la número 50 de Red Bull.
“Creo que los dos al final tuvimos (en referencia a su compañero australiano Mark Webber y a sí mismo) que luchar algo con la caja de cambios, por lo que tuvimos que controlar nuestros ritmos, pero obviamente para mí no fue tan malo, porque tenía un pequeño colchón de ventaja”, explicó el alemán.
“Es maravilloso ganar aquí, es el mejor podio de la temporada, así que estoy muy orgulloso de estar subido aquí", indicó Vettel, nacido hace 26 años en Heppenheim y que hoy fue abucheado en la ceremonia de entrega de premios por la afición local, predominantemente ‘ferrarista’ y que aclamó a Alonso.
Sebastian se lo tomó con mucha filosofía, consciente, además del importante golpe psicológico asestado al campeonato. “La sensación de ganar ha sido muy bonita, pero también me esperaba en cierta medida algo así", comentó.
“Se lo dije a mi equipo en la vuelta de regreso a box, que cuanto más fuerte nos abuchearan, mejor lo habríamos hecho. No se lo tengo en cuenta a los aficionados, porque está claro que ganar vestido de azul aquí no recibe muchos apoyos”, comentó, sonriente, Vettel.
“Recuerdo cuando gané aquí mi primera carrera en 2008, con un Toro Rosso, un equipo italiano y con un motor Ferrari. Fue una auténtica locura. Luego, en 2011 cuando volví a ganar (ya con Red Bull) fue diferente. Aquello fue una sorpresa. Y este año fue quizá algo más esperado”, destacó.
“Pero la reacción del público no me ofende. Ellos apoyan a muerte lo suyo. Su amor a Ferrari lo llevan en los genes. Es algo muy especial. Obviamente, Fernando está en una gran posición en el podio, en el que, sin embargo si vas vestido de otro color es diferente. Pero, en cualquier caso, es una carrera fantástica y un podio fantástico aquí", comentó Vettel, que, según él mismo señaló, no estuvo exento de problemas en la fase final de una carrera que acabó con una victoria que, de todos modos, fue incontestable.
“Al final pudimos acabar la carrera, así que no fue un desastre. Creo que sí, que las pulsaciones me crecieron algo en el coche y también en el muro, porque no sabíamos lo que estábamos sucediendo. Por fortuna, no tuvimos problemas mayores. Lo único que durante las últimas diez o quince vueltas tuve que reducir algo el ritmo para controlar las diferencias”, explicó.
“Obviamente, fue bueno tener esos diez segundos de ventaja, porque así no tuve que apretar tanto al final ni exprimir a tope los neumáticos a pesar de que pare unas cuantas vueltas antes que Fernando. Eso fue positivo. Pero sí, no sabíamos qué problema teníamos. Lo sabremos mejor cuando echemos un vistazo a la caja de cambios”, declaró Vettel hoy, domingo, en Monza. EFE