Fuentes de la Alcaldía de Mangaratiba confirmaron que un equipo de fiscales ambientales, acompañados por agentes de las Policías Militarizada y Civil del estado de Río Janeiro, se desplazó hasta la propiedad para notificar y prohibir la continuidad de las obras.
El equipo, encabezado por la secretaria municipal de medioambiente, Shayenne Barreto, aisló el área externa de la casa localizada en la Costa Verde de Río de Janeiro y donde el futbolista pretendía construir un lago artificial.
La acción derivó de una denuncia de las autoridades brasileñas que apuntó irregularidades.
Algunos de los puntos expuestos por los fiscales fueron el desvío del curso de riachuelos, la captación de agua de un río sin la debida autorización, excavaciones prohibidas, movimiento irregular de rocas y tierra, y utilización de la arena de la playa.
Durante la operación, según reportó el portal de noticias G1, del grupo Globo, el padre del futbolista, Neymar Santos, discutió con los agentes y con la secretaria y llegó a recibir una orden de arresto, pero unos amigos intermediaron para tranquilizarlo y evitar su detención.
Las obras estaban siendo realizadas en el condominio Aero Rural, contiguo al de Portobello, donde el jugador tiene otra lujosa mansión de 5.000 metros cuadrados valorada en 28 millones de reales (unos 5,87 millones de dólares o 5,36 millones de euros). EFE