El periodista Jhonkarlos Guiñan había realizado un profundo análisis de lo que le esperaba a Paraguay desde el año 2011 hasta la Copa del Mundo de Brasil 2014.
En su texto, publicado el 13 de febrero del 2010, ya aseguraba que la eliminación del Mundial de Sudáfrica ponía “punto final a una gran generación guaraní" y que el camino rumbo a Brasil 2014 sería mucho más complicado que para los anteriores mundiales.
En dicho artículo, Guiñan realizó un paralelismo con la selección de Italia, que “se negó a renovar la selección luego del Mundial de Alemania 2006 y todos vimos en donde terminaron los de Lippi”.
“Paraguay llevó al Mundial de Sudáfrica un equipo que si bien rindió muy por encima de sus posibilidades, ya estaba dando sus últimas señales de vida”, agrega.
En dicho análisis hasta se refiere al técnico Tata Martino, de quien dice que “no es ningún tonto” y ya predecía que no continuaría luego de la Copa América, y que sacaría lo último de esa generación dorada, para luego marcharse por la puerta grande.
A continuación replicamos el artículo completo, de este profundo análisis, cuyos argumentos hoy se confirman con la dura realidad de la Albirroja, que se encuentra virtualmente fuera del próximo mundial.
LA NOTA PUBLICADA POR GUIÑAN EN EL PORTAL GOAL.COM
La lista de convocados de la rojiblanca para el Mundial de Sudáfrica no hace más que ratificar el análisis:
Porteros: Justo Villar, Aldo Bobadilla y Diego Barreto. Defensores: Darío Verón, Denis Caniza, Antolín Alcaraz, Julio Cáceres, Paulo Da Silva, Claudio Morel, Carlos Bonet y Aureliano Torres. Mediocampistas: Cristian Riveros, Enrique Vera, Edgar Barreto, Jonathan Santana, Néstor Ortigoza y Víctor Cáceres. Delanteros: Osvaldo Martínez, Roque Santa Cruz, Nelson Haedo, Lucas Barrios, Óscar Cardozo y Edgar Benítez.
El plantel tiene 29.6 como promedio de edad, casi 30 años haciendo un balance general del plantel. Este equipo no está para aguantar otro ciclo de cara a un Mundial y lo más alarmante es que la limpieza tiene que realizarse en todas las líneas del equipo que dirige Gerardo Martino.
A continuación, el promedio de edad por posiciones de los que son habituales con Martino:
Porteros: 32.6 años.
Defensas: 31.2 años.
Centrocampistas: 27.8
Delanteros: 27.1
Viendo los partidos que ha disputado Paraguay luego del Mundial de Sudáfrica, se observa que la base de aquel equipo que defendió la camiseta rojiblanca en el continente africano se mantiene. Salvo algunos jugadores a los que les dio la chance Gerardo Martino de integrarse al viejo equipo. La Copa América se acerca y el estratega de la rojiblanca no da sensaciones de querer cambiar algunas piezas de este equipo.
Todo tiene su explicación. Gerardo Martino no es tonto, él sabe muy bien que Paraguay no tiene generación de relevo. Sabe que las demás selecciones ya comenzaron a renovarse desde hace meses, que le llevan una ventaja considerable a Paraguay. Y sabe que el proceso de renovación tiene que realizarse de manera obligatoria; el problema es que no quiere.
El ‘Tata’ no va a continuar en Paraguay luego de la Copa América, quiere sacar lo último de esta generación dorada y marcharse por la puerta grande. Dejará la papa caliente al próximo técnico de la selección guaraní y que las críticas lluevan sobre aquel que tenga la valentía de asumir las riendas de la albirroja. Así de sencillo. Iniciar un proceso de renovación cuando le quedan apenas meses en el banquillo de Paraguay no tiene sentido y por ello no lo hará.
Paraguay ha perdido en los últimos años su escuela de juego. Esto complicaría la renovación, ante la carencia de nuevos talentos. Un ejemplo es el reciente fracaso de la Sub20 guaraní en el Sudamericano. Ejemplos de escuela de trabajo hay muchas, desde Barcelona, a nivel clubes o Venezuela como esquema de trabajo a seguir a nivel Sudamericano. Lejos de lo que significa históricamente Paraguay, Venezuela ha trabajado las categorías inferiores, inició la renovación con mucha anticipación, educó a los que serán los próximo protagonistas del balompié vinotinto y por eso hay un Yohandry Orozco, un Salomón Rondón, un Tomás Rincón y una serie de jugadores que garantizan el éxito de la Vinotinto en este ciclo que se avecina.
La Vinotinto respetó una idea de juego, la hizo escuela y la inculcó. No tuvo grandes éxitos, pero sí resultados alentadores. En los últimos 10 años consiguió clasificaciones juveniles para Mundiales de la categoría. Y de ser la cenicienta de sudamérica pasó a estar a punto de la clasificación para el Mundial pasado.
Paraguay está a punto de venirse abajo, nada podrá evitar el fracaso guaraní en estos próximos años que se vienen. No se han trabajado las categorías inferiores y cuando salga Martino se inciará una renovación que necesitará muchísimo tiempo para que se vean los resultados. Paraguay verá cómo las demás selecciones disfrutan de los nuevos talentos, mientras el recuerdo será lo único que mantenga viva la esperanza guaraní.