El volante de Olimpia, Marco Pfingst, se arrepiente que un error suyo le impedirá jugar el partido en el que todos quieren estar: el clásico. El mediocampista era una de las caras nuevas que estaba teniendo oportunidad en el onceno dirigido por Éver Hugo Almeida.
En la 1080 AM, el futbolista decano habló acerca de la segunda tarjeta amarilla que recibió en el compromiso frente a Guaraní. “Me di cuenta que fue una falla mía”, contó resignado. En ese momento “me dejé llevar porque yo ya sabía que tenia una amarilla”.
A raíz de esa situación “me quedé sin clásico”. “El arrepentimiento es al instante. Te da mucha rabia. Pensás ‘lo hubiese hecho, no lo hubiese hecho’, pero ya es tarde”, lamentó el franjeado. Pfingst era una de las apuestas de Almeida en estos últimos partidos y no podrá contar con él para el partido ante Cerro Porteño debido a su expulsión.