Un blooper de Alfredo Aguilar y Antolín Alcaraz, un penal malogrado por William Mendieta cuando el juego iba 1-1 y el rival con 10 hombres, quedaron en la retina de los hinchas franjeados en la eliminación decana ante la Liga de Quito por los octavos de final de la Copa Libertadores.
El Franjeado no tuvo su mejor expresión futbolística, luchó, pero los hechos puntuales lo sacaron del camino que llevaba a la remontada del 3-1 de la ida en Ecuador.
EL PARTIDO. Olimpia arrancó con buena dinámica y transmitía la sensación que saldría a llevarse por delante al conjunto ecuatoriano. Un cabezazo de Roque Santa Cruz, tras un centro de Camacho, fue la primera clara para el cuadro paraguayo.
Sin embargo, cuando los de Daniel Garnero trabajaban para abrir un hueco en la defensa rival, llegó una grave desconcentración entre Antolín Alcaraz y Alfredo Aguilar que terminó el gol de Jhojan Julio. El central no cubrió de forma correcta un balón aéreo y el portero no despejó dejándole el servido del tanto a Julio que hizo el 1-0 sobre los 20’.
Tras el golpe, el cuadro franjeado sufrió la desesperación y la falta de profundidad para hacer un gol que calme la ansiedad. El nerviosismo y las imprecisiones se acentuaron hasta que sobre los 34’ William Mendieta aprovechó un enredo ecuatoriano para empujar con el arco en blanco y dar esperanzas al equipo.
En los minutos finales del primer tiempo el Franjeado fue puro ataque, pero la visita resistió la presión y consiguió llevar la paridad al entretiempo.
En el inicio del complemento las cosas parecían complicarse para la Liga. Sobre los 48’ Jhojan Julio se iba expulsado por un pisotón, mientras que sobre los 54’ el juez Diego Haro sancionó un penal a favor de Olimpia, a instancias del VAR, por una mano dentro del área. De la pena máxima se encargó Mendieta, que definió al poste izquierdo y el remate se fue abriendo, terminado lejos de las redes.
Los ingresos de Ortega, Viudez y Montenegro intentaron darle mayor frescura al ataque olimpista, ante un rival totalmente replegado y con un inspirado portero Gabbarini que se constituyó en una verdadera muralla.
Así acabó el sueño de la cuarta para Olimpia, en octavos de final de la edición 2019.